Trump exigió a la ONU que haga pagar a China por la pandemia de coronavirus
En su mensaje a la Asamblea de la organización, dijo que Beijing “infectó al mundo” y saludó su propia gestión frente al Covid, pese al récord de muertes en los EE.UU.
Fue lejos de lo que esperaba en un crucial año electoral. Pretendía un auditorio repleto de líderes que lo escucharan esbozar su visión del mundo y reforzar su estatura de estratega internacional. Por eso insistió en estar presente en el podio de mármol verde. Pero el coronavirus le arruinó la fiesta: el presidente Donald Trump habló en un video grabado en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en su mensaje, que duró menos de los 15 minutos pactados, apuntó contra China y dijo que EE.UU. cumplía “su destino” como “pacificador del mundo”.
La sesión número 75 de la Asamblea fue completamente inusual. Nueva York ya no se vio atestada de limusinas y camionetas negras que suelen convertir en pesadilla a la ciudad esta semana de septiembre.
Desde un atril en la Casa Blanca, Trump dio un durísimo mensaje contra China, blanco preferido en su campaña para las elecciones del 3 de noviembre. “75 años después del final de la Segunda Guerra Mundial y la fundación de las Naciones Unidas, estamos una vez más comprometidos en una gran lucha global”, dijo.
“Hemos librado una feroz batalla contra el enemigo invisible, el virus de China, que se ha cobrado innumerables vidas en 188 países” y agregó que para combatirlo “en EE.UU. lanzamos la más agresiva movilización desde la Segunda Guerra Mundial”.
Trump continuó su arenga contra el país asiático: “En los primeros días del virus, China bloqueó los viajes en el país mientras permitía vuelos que salieran de China para infectar el mundo... El gobierno chino y la Organización Mundial de la Salud, que está prácticamente controlada por China, declararon falsamente que no había pruebas de transmisión de persona a persona”. “Más tarde –siguió dijeron falsamente que las personas sin síntomas no propagarían la enfermedad. Las Naciones Unidas deben hacer que China rinda cuentas por sus acciones”.
Resaltó los supuestos logros de su administración para frenar la pandemia, que en EE.UU. ya ha causado más de 200.000 muertos: “Distribuiremos una vacuna, derrotaremos el virus, terminaremos la pandemia y entraremos en una nueva era de prosperidad, cooperación y paz”.
El presidente siguió con su fuerte embestida contra China, a quien acusó de ser el primer país contaminante del mundo. “Aquellos que atacan el excepcional historial ambiental de EE.UU. mientras ignoran la contaminación desenfrenada de China no están interesados en el medio ambiente. Sólo quieren castigar a Estados Unidos. Y no lo toleraré”, dijo.
Trump resaltó haber abandonado el Acuerdo climático de París en 2017, que establecía topes de emisiones globales, y dijo que “EE.UU. redujo las emisiones mucho más que cualquier otro país”. Trump no es amigo de las organizaciones ni pactos multilaterales. De hecho, además del climático de París abandonó el Acuerdo nuclear con Irán y la Organización Mundial de la Salud. Y también siempre ha sido crítico con la ONU, a la que considera un organismo ineficiente.
“Para que las Naciones Unidas sean una organización eficaz, deben centrarse en los problemas reales del mundo. Esto incluye el terrorismo, la opresión de las mujeres, el trabajo forzoso, el tráfico de drogas, el tráfico de personas y sexo, la persecución religiosa y la limpieza étnica de las minorías religiosas”, dijo. También reivindicó su imagen de “forjador de la paz mundial”. De hecho, está muy entusiasmado porque un noruego lo nominó al Nobel de la Paz.
“Este mes logramos un acuerdo de paz entre Serbia y Kosovo. Llegamos a un gran avance con dos acuerdos de paz en Oriente Medio, después de décadas sin progresos”, dijo. Y agregó: “Mientras hablamos, EE.UU. está trabajando para poner fin a la guerra en Afganistán, y estamos trayendo a nuestras tropas a casa. EE.UU. está cumpliendo nuestro destino de hacedor de paz”.
Trump destacó así los llamados Acuerdos de Abraham, sellados este mes por Israel con Emiratos Árabes Unidos y Baréin, un histórico paso impulsado por Washington dentro de su estrategia para abordar el conflicto palestino-israelí. Trump aseguró que habrá “más acuerdos pronto” y resaltó que Oriente Medio está viviendo su mejor momento gracias a estos movimientos a pesar del recelo que han generado esos pactos entre los palestinos. También puso sobre la mesa los avances hacia la paz en Afganistán y retirar a las tropas estadounidenses de ese país y el reciente acuerdo entre Serbia y Kosovo para normalizar sus relaciones económicas .
Finalmente, se felicitó por haber inaugurado la era de “America First”, Estados Unidos primero, un mensaje que sonó desencajado en este foro multilateral. “Rechacé los enfoques fracasados del pasado y yo pongo a Estados Unidos primero”, dijo, y sugirió que todos los países deberían hacer lo mismo.