Beijing llamó a rechazar la politización de la enfermedad
El presidente chino Xi Jinping, consciente de por dónde iba a ir el mensaje del presidente Donald Trump, usó el suyo en la Asamblea de la ONU para dejar claro que el coronavirus es un problema de todos y que ahora lo fundamental es la cooperación para salir adelante.
“Cualquier intento de politización o estigmatización con este asunto debe rechazarse”, recalcó el líder chino, que tendió la mano al mundo -sobre todo a los países vulnerables- para trabajar juntos.
Así, Xi prometió que las posibles vacunas que China está desarrollando, con varias en la última fase de ensayos, serán consideradas un “bien público global” y se distribuirán de forma prioritaria a países en desarrollo.
El mensaje iba en el sentido que demanda la ONU. El organismo ha insistido desde el primer momento en que es necesaria una “vacuna popular” que esté al alcance de todos y, por ello, su secretario general, António Guterres, criticó este martes que “algunos países” estén cerrando acuerdos para beneficio exclusivo de sus ciudadanos.
Al mismo tiempo, mientras Trump reivindicó el poderío militar económico de EE.UU. del otro lado, Xi recalcó que su país no va a mantener ningún tipo de guerra, “ni fría ni caliente”, y nunca buscará la “hegemonía”, sino la cooperación y el multilateralismo.
Aprovechando la aversión de Trump por los organismos internacionales, Beijing ha reforzado en los últimos años su apuesta exterior y, según muchos analistas, está ganando influencia en la ONU y en otros foros. Xi mantuvo este martes esa línea, prometiendo más dinero para fondos multilaterales, atacando el proteccionismo estadounidense y comprometiéndose a hacer más contra el cambio climático.