Un agradecimiento especial para el personal de enfermería
Quiero comenzar este mensaje corrigiendo el escalafón del personal de salud. Como pasa con un general que gana una guerra y lo condecoran. En realidad son los soldados que están en la trinchera los que reciben las balas en el pecho y ganan las batallas. Hay que decir que primero están las enfermeras y enfermeros que día a día pelean en la trinchera junto a los pacientes.
Estuve internado con Covid y neumonía en la Clínica Privada Centro, en General Rodríguez. Me brindaron atención, dedicación, contención y eficiencia. Además, te escuchan cuando les hablás. Todo con muy buena onda. Quiero saludar también al doctor Alcides Pietro, venezolano, gran persona, y a las doctoras que nos daban medicamentos y aliento.
Pero todo mi corazón y agradecimiento va para las enfermeras. No solo nos atendían, también nos daban buena onda. Lo mismo con el personal de limpieza. Venían seguido, siempre con el mejor humor y dispuestos para lo que necesitemos. En momentos como ese la buena onda hace bien y hace falta. Uno se siente contenido.
No pude verles las caras, no los conozco, no sé sus nombres, me los hago como ángeles que me mantuvieron en los momentos difíciles, pero siempre con una sonrisa, siempre dispuestos a escucharnos y a atendernos.
Por eso digo: siempre primero, y lejos, enfermeras, enfermeros y el personal de limpieza que están codo a codo contra el virus. Luego, por supuesto, el resto del personal de salud.
Gratitud eterna. Los voy a llevar siempre en mi corazón.
Claudio Alberto Montes bibirizzo@hotmail.com