Bolivia acusó a Evo y al Gobierno kirchnerista de “acoso y abuso”
Jeanine Añez calificó de “casta populista” al gobierno de Alberto Fernández. Y lo acusó de “intromisión” en la política boliviana. Anoche, réplica de Cancillería.
En su discurso ante la ONU, la presidenta Jeanine Añez denunció al Gobierno argentino por “amparar una conspiración violenta de Evo Morales contra la democracia boliviana”. Habló de “acoso sistemático y abusivo” de la gestión de los Fernández y los calificó de “casta populista”.
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, aprovechó su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas para manifestar su indignacióncon el gobierno argentino, a quien acusó de ejercer “un acoso sistemático y abusivo” por el respaldo que le está dando a Evo Morales, especialmente en esta instancia tan caliente de las elecciones bolivianas.
Después de aclarar que no tiene “nada en contra del noble pueblo argentino”, la mandataria advirtió que “las castas populistas”, como la de Argentina, utilizan métodos “francamente abusivos” para sostener el poder y sus posiciones, “totalmente contrarios a las libertades”.
“Argentina es una nación que valoramos y queremos como se quiere a un hermano. No tenemos nada contra el peronismo, que valoramos como una tradición política, la tradición nacional popular”, dijo como descargo. Pero luego apuntó contra el gobierno de Alberto Fernández, al que calificó como “casta populista”.
“¿Cuál es la autoridad que tiene el gobierno argentino para hacer de la intromisión la clave de su política exterior hacia Bolivia, y cuál es la autoridad que tiene para amparar una conspiración violenta de Evo Morales contra la democracia boliviana?”, preguntó la mandataria transitoria en un discurso grabado.
Áñez, quien hace menos de una semana dio de baja su candidatura para favorecer la conformación de un frente homogéno contra Luis Arce, el postulante del Movimiento al Socialismo (MAS), partido de Evo, cuestionó una supuesta autoridad que se arrogaría el gobierno argentino para “para ofrecer impunidad“a Morales, que desde diciembre pasado está en nuestro país.
En ese sentido, remarcó que el expresidente boliviano afronta procesos penales ante la Justicia boliviana “por violación a los derechos humanos, por violaciones sexuales contra niñas o mujeres menores de edad”. “Sepa el populismo kirchnerista que la nación boliviana no es propiedad privada de ninguna casta, la democracia boliviana se respeta, el pueblo boliviano se respeta”, enfatizó.
Áñez se mostró indignada con la postura del Ejecutivo argentino, e incluso marcó diferencias respecto a Cuba, país al que suele criticar frecuentemente. “Es distinto”, dijo, y aclaró que, si bien con La Habana mantiene diferencias ideológicas, existe un vínculo con “el debido respeto y la cortesía”. En cambio, el gobierno de Fernández, afirmó, utiliza “métodos francamente abusivos para sostener sus planes, el poder y sus posiciones contrarias a la libertad”.
El gobierno interino de Bolivia mantiene una muy mala relación con Argentina desde el momento en que Evo llegó al país para solicitar refugio a fines del año pasado. Desde Buenos Aires el expresidente boliviano ejerce como jefe de campaña del MAS y de Arce para las elecciones del 18 de octubre, y suele disparar ácidos comentarios contra el gobierno interino.
Para Añez, el “kirchnerismo” es una expresión autoritaria. Según dijo, los caminos que América Latina tiene por delante no son los de izquierda o derecha, estatismo o neoliberalismo ni socialismo o capitalismo, sino el de elegir entre la “libertad” y la “opresión”. “Admitamos que América Latina no ha superado la amenaza autoritaria” y que perdura la amenaza de “proyectos del populismo caudillista y autoritario”, enfatizó.
La mandataria boliviana, quien asumió en noviembre pasado tras el caos que se generó en el país con las frustradas elecciones nacionales y la abrupta salida del país de Morales, es una dirigente conservadora, ferviente católica, cuya popularidad descendió mucho en los últimos meses debido a malas decisiones políticas y a la gestión de la pandemia.
Pese a que en un principio había dicho que no se iba a presentar como candidata a la presidencia en los comicios, dio un giro en enero pasado y anunció su postulación. Pero el 17 de este mes, frente a la caída de imagen que mostraban los sondeos, dio un paso al costado y bajó su candidatura con el objetivo de consolidar un frente ante el candidato del MAS.
Añez siempre expresó su rechazo a los gobiernos populistas de la región, pero fue particularmente incisiva con el gobierno de Fernández por el apoyo que le viene dando a Evo. “Estos proyectos, aspiran a que el caudillo y su casta logren la captura total del campo político, logren la captura total de la cultura, logren la captura total de la economía y en definitiva, logren la captura final de la libertad de la gente”, remarcó ante la Asamblea de la ONU.
Prometió que las elecciones de octubre serán “limpias y transparentes”, y que esto ocurrirá pese a que “el populismo caudillista intentó frenar y sabotear las elecciones con movilizaciones brutales y violentas hace pocas semanas”, en referencia a las protestas impulsadas por el MAS.w
“Sepa el populismo kirchnerista que Bolivia no es propiedad de ninguna casta”.