Los últimos smartwatch Se abre otra temporada de relojes inteligentes
Sobresale lo nuevo de Apple, Samsung y Casio. Miden la frecuencia cardíaca, el oxígeno en sangre y el nivel de estrés.
Con un giro cada vez más pronunciado hacia la salud, los relojes inteligentes -con pantallas de brillo AMOLED y correas reforzadas- encontraron el ansiado equilibrio entre elegancia y bienestar. Además de atender llamadas y recibir notificaciones, son capaces de medir la frecuencia cardíaca, el oxígeno en sangre, el nivel de estrés, monitorear el sueño y registrar la cantidad de pasos durante cada jornada. Los modelos 2020 ya están al alcance de la mano.
Las cifras que se desprenden del primer cuatrimestre indican que los envíos mundiales de relojes alcanzaron los 14,3 millones de unidades. Pese al azote del Covid-19 y la recesión financiera, su demanda subió un 12% con respecto a 2019, según datos de la consultora Canalys.
En cuanto a la porción que ostenleración ta cada uno, la lista la encabeza el Apple Watch con un 36,3% del total, según reflejan los porcentajes de Canalys. Con menos de la mitad le sigue Huawei, que tiene un 14,9%. Tercero se ubica Samsung con un 12,4%. Completan la fila Garmin con 7,3% y cierra Fitbit con 6,2%.
Estos dispositivos –perfilados en pantallas redondas o cuadradas- nacieron con la premisa de guardar un registro personal con las marcas de entrenamiento. Además, en cada nueva edición se van puliendo los detalles estéticos y se suman nuevas funciones para lograr un mejor seguimiento del estado físico.
La semana pasada se presentó en forma virtual la sexta serie del Apple Watch. Y aunque los envíos cayeron un 13% este año, su plataforma es la más amplia y sigue creciendo de manera constante. Para recuperar el tranco, por primera vez lanzó un modelo más económico llamado SE (Special Edition), que cuesta la mitad.
Su sistema operativo WatchOS ganó 4 millones de nuevos usuarios durante el primer trimestre, con lo que la base instalada total se estima en 70 millones. Con la Serie 6 en la calle, en los próximos tres meses, trepará a los 100 millones de unidades, de acuerdo a Canalys.
Incluye el procesador S6, que es un 20% más rápido que su predecesor. Aunque no tiene carga rápida, tarda una hora y media de cero a cien.
La gran atracción es el sensor SpO2, conocido como pulsioxímetro, que representa el porcentaje de oxígeno que transportan los glóbulos rojos desde los pulmones al resto del cuerpo y refleja cómo se distribuye la sangre oxigenada por todo el organismo.
Esta información puede ser clave para las personas que sufren de condiciones crónicas como asma, afecciones del corazón y enfermedades pulmonares obstructivas. Los dígitos pueden ser recogidos durante el día o en las horas de sueño.
A nivel local, su inmediato perseguidor es el Samsung Galaxy Watch,
cuya tercera generación se lanza en el país el mes próximo. Ofrece seguimiento para múltiples deportes: desde golf hasta natación. A través de software, se habilitará en un futuro, la detección de presión arterial y electrocardiograma (ECG).
Desde el momento en que uno apoya la cabeza en la almohada, es posible obtener un mapa del sueño. En la pantalla del reloj se podrán ver las fases del sueño (despierto, REM, ligero y profundo) desplegada en forma de gráficos. En este sentido, la mayoría de los fabricantes señalan que, aunque sus sensores son muy precisos, los resultados no deben ser considerados una prueba médica.
El reloj, mediante el registro de las pulsaciones, efectúa un cálculo estimando por cuántas etapas del sueño pasó, con qué frecuencia se despertó y un da un balance general. Desde la aplicación Samsung Health se pueden descubrir más detalles.
La función el VO2Max calcula el volumen máximo de oxígeno que puede procesar el organismo durante un ejercicio. Lo que equivale a la cantidad de oxígeno aprovechable al respirar cuando se practica un deporte.
Y si de resistencia se trata, el Casio G-SQUAD GBD H-1000 es una verdadera fortaleza digital. Dispone de cinco sensores. Uno que señala la frecuencia cardíaca al detectar el flujo sanguíneo debajo de la piel, otro que estima la altitud/presión barométrica hasta 10 mil metros.
Hay otro que determina la temperatura ambiental y un sensor de aceque mide el recuento de pasos y la distancia recorrida, ya que cuenta con la funcionalidad GPS que adquiere información sobre la ubicación. El ritmo cardíaco y la velocidad se utilizan para calcular el valor máximo de VO2.
El Fitbit Versa 2, cuya pantalla admite la función de permanecer todo el tiempo encendida (Always On Display) con un bajo consumo de energía. Lo interesante es decidir qué información mostrar en forma permanente: batería, fecha, hora digital o analógica, pasos, distancia.
Uno de sus sensores clave es el pulsómetro, conocido como monitor de frecuencia cardíaca. Aunque es mucho más que eso, ya que ayuda a controlar los intervalos de intensidad, los picos de rendimiento y la cantidad de calorías consumidas.
En la cara posterior del reloj posee sensores que emiten luz (fotodiodos) para establecer los pulsos. Al quedar pegado a la piel, esta luz es capaz de llegar a las venas y reflejar el bombeo de la sangre. Son esas pulsaciones las que le permiten determinar los latidos por minuto del corazón.
Cuando la precisión es un requisito esencial, el Garmin Venu brinda herramientas con un bajo margen de error. El reloj puede medir los niveles de energía del cuerpo (en un contrapeso entre estrés y recuperación) para que saber cuáles son las mejores horas para realizar actividades y las que conviene relajarse.
El motor de análisis de Firstbeat, reporta la cantidad de energía restante. Esta información permite establecer una conexión entre estrés, recuperación, sueño y actividad física. Cuanto mayor sea el número (0-100), mejor será el rendimiento a la hora de afrontar un nuevo desafío.