Ricardo Alfonsín viaja hoy a España para asumir como nuevo embajador
Fue elegido por Alberto Fernández. Buscará limar asperezas con las empresas españolas que están en el país.
Llegó la hora de la partida para Ricardo Alfonsín. El ex diputado y ex candidato a presidente e hijo del primer mandatario de la democracia recuperada en 1983, Raúl Alfonsín, volará hoy a Madrid en su piel de embajador ante el Reino de España.
Alberto Fernández lo designó en febrero durante su gira europea. Entonces desenfundó ante el rey Felipe VI el nombre de Alfonsín hijo para conducir una de las embajadas más importantes para la Argentina, y que hasta diciembre estuvo en manos del peronista Ramón Puerta. "Te traigo un amigo", le dijo Alberto F. al monarca.
Para entonces Ricardo Alfonsín le había dicho varias veces que no a Alberto F. Lo que quería era en realidad hacer carrera en la política interna junto al grupo de radicales aliado al kirchnerismo. Al final, Fernández lo convenció.
El dato de color de la nueva Cancillería lo refleja el formato del viaje de Alfonsín: lo mandan en clase turista, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas que sale a Madrid el viernes a la tarde. Nada de primera clase o business, como suelen viajar los número uno de las misiones en el exterior.
Alfonsín se va a España con su esposa Cecilia, y con quien será su hombre de confianza, Federico Polak, ex vocero de Alfonsín padre y quien será el nuevo Representante Especial para la Promoción de la Actividad Empresarial Argentina en toda España. Es un puesto atípico para un político puesto que ese cargo lo ocupan diplomáticos, con algunas excepciones como la de Sabino Vaca Narvaja en China.
Recientemente, en una entrevista con el diario Perfil, Alfonsín definió las razones por la que pidió que lo acompañara a la misión. "Es un amigo de la familia". Pero además actuó como interventor del Banco de Río Negro, síndico del Banco Central, interventor del PAMI, de Boca Juniors. Es profesor de derecho empresario y comercial. Aunque ambos se autodefinen como un equipo que trabajará "en tándem", en el Gobierno conceden la escena en la que Polak será la gestión y Alfonsín el protocolo.
Desde diciembre pasado, no hubo embajador ante España, como en tantas otras sedes. Desde marzo a julio la pandemia azotó a Madrid y varias regiones, con un nuevo rebrote ahora.
Alfonsín llegará a la embajada habiéndose resuelto una crisis importante: la de los varados por los cierres de fronteras. Desde Madrid se embarcaron a 23.000 ciudadanos que, por diversas razones estaban en Europa.
Argentina enfrenta ahora una crisis sanitaria y económica que empeoró con la larga cuarentena. El clima para los negocios también se agudizó con las medidas del Gobierno.
Clarín sabe que Alfonsín y Polak se reunieron con las empresas españolas que ya habían manifestado al Gobierno sus problemas en la Argentina. Para el caso, Telefónica dijo que evaluaba llevar a la Justicia el decreto de Fernández que declaró servicios públicos a la telefonía celular, a los servicios de internet y a la televisión paga, y congeló los precios. Y otras, como Naturgy -ex Gas Natural Fenosa- como otras de servicio público vienen pidiendo aumentar tarifas.
Al igual que otras empresas extranjeras, las españolas se quejan por lo bajo de las dificultades generadas por la situación cambiaria de la Argentina. Por la vuelta de la inseguridad jurídica. Y por el contexto de enorme inflación y empobrecimiento.
España es el segundo inversor extranjero en Argentina con más de 300 compañías instaladas principalmente en los sectores financiero, telecomunicaciones, metalurgia y automoción, habiendo sido el primero en los años noventa. Ello también la convierte en uno de los principales socios comerciales. El stock de inversión acumulada por España es superior a los 5.800 millones de euros, cifra solo superada por las inversiones de EE.UU. en el país.
Alfonsín y Polak se esperanzan igual con la empatía de ambos gobiernos para limar asperezas económicas y empresariales. Alfonsín vivirá en el discreto palacete de la calle Fernando el Santo 11 bis, al lado del edificio de la Embajada, en el coqueto barrio de Salamanca. ■