El adiós de Suárez con ironías y llanto, pero sin reproches
Entre sollozos e ironías, rodeado de ex compañeros y junto al presidente del Barcelona, Luis Suárez se despidió del club. Hoy se someterá a la revisión médica en Madrid y si supera el examen mañana será presentado en el Atlético del Cholo Simeone.
Muy civilizado y sin rencores, al menos públicamente, Suárez hizo una rueda de prensa telemática como en su día lo hizo Ivan Rakitic. A su derecha, el presidente Josep María Bartomeu. “No tengo nada preparado porque esto es todo muy imprevisto. Estoy agradecido porque el club confió en mí a pesar de saber las condiciones en las que venía tras un error mío, no era fácil aceptarlo y los compañeros me trataron de maravilla, siempre estaré agradecido por el trato que tuvieron conmigo”, arrancó Suárez. En 2014 lo compró a pesar que tenía cuatro meses de suspensión por su famoso mordisco a Giorio Chiellini en el Mundial. Cuando le preguntaron si tenía reproches, Suárez sonrió y dijo “¿Es para mí o para...” y cabeceó señalando a Bartomeu.
“Sepan que ahora van a tener a un culé más esté donde esté” añadió tras agradecer el cariño de los hinchas. Sobre su salida dejó una frase que pareció dirigida a la situación de su amigo Lionel Messi: “El club tiene derecho a decidir, así como un jugador tiene derecho a irse”. Clarísimo.
Después hizo la foto de familia junto a los capitanes Messi, Piqué, Sergi Roberto y Busquets, a los que se sumó Jordi Alba.
El uruguayo ganó 13 títulos en los 6 años vestido de azulgrana y marcó 198 tantos para ser el tercer goleador histórico del club. Desde hoy empieza otra aventura, ahora en el Atlético de Madrid. Y a las órdenes de Diego Simeone.