El año maldito de Andrea Bocelli
El cantante italiano viene de una acusación de una asociación protectora de animales, y ahora suma críticas.
El 2020 no será un año que Andrea Bocelli ponga en un cuadrito, como ejemplo de prosperidad, paz y hechos positivos. Es más, a esta altura, ya es un año para el olvido: en nueve meses le pasó de todo. Y ahora se suma un disgusto nuevo.
En mayo se supo que el tenor italiano había tenido coronavirus, pero solo padeció síntomas leves, al igual que su esposa y dos de sus hijos. Luego, asistió a un hospital de Pisa para donar plasma. Lo que siguió sorprendió. Cansado de la cuarentena, dijo “Sentirse humillado y ofendido” y sus palabras generaron grandes críticas. Después de haber sido paciente con Covid-19 declaró sobre “el daño” que le generó el confinamiento al privarlo de su libertad.
Y ahora llega otra acusación: Andrea se pasea sin tapabocas. Los encargados de manejar las redes del cantante subieron imágenes de él en el Autódromo Internacional del Mugello, en Florencia, cerca de pilotos, sin respetar la distancia social y sin usar protección en boca y nariz.
“Sabemos que es posible la reinfección meses después y poco se conoce a fondo del mecanismo de contagio. ‘Por qué este hombre no usa mascarilla?’, se lee a modo de queja en redes sociales. La pregunta se extendió por Instagram y Twitter. “¿Haberse contagiado ya le dio impunidad?”.
“Me encanta tu canto, pero desearía que cubrieras tu cara”, continuaron las quejas los usuarios. “Ya ha tenido Covid-19. Su sangre tiene anticuerpos y ha donado plasma. No lo volverá a tener", respondió un defensor y varios médicos advirtieron que creer que no volverá a contraer la enfermedad es un error.
Hace unos días, nn conferencia en el Senado en Roma, donde fue presentado por el líder del partido opositor de derecha Matteo Salvini, Andrea se pronunció contra las estrictas medidas del gobierno para combatir el brote de coronavirus. En la conferencia admitió que sintió “rencor” al no poder salir de su casa cuando “no había cometido ningún crimen” y reveló, sin proporcionar detalles, que violó las restricciones de confinamiento. Semanas después de ese desafortunado episodio, Bocelli comunicó en sus redes que se había extraviado su perrita y pidió ayuda para encontrarla.
Días más tarde confirmó en sus redes: “Queridos amigos, siguiendo los últimos informes, es hora de aceptar que hay un hueco en nuestro corazón”.
La muerte del galgo perdido en Cerdeña se transformó en un escándalo italiano. “Es momento de agradecer, por el cariño y apoyo que nos han
brindado. Muchos se han movilizado para buscar a la pequeña Pallina, desde la Autoridad Portuaria hasta la Policía, desde las asociaciones de protección local hasta socorristas de playa... Muchos amigos pero también personas desconocidas que, demostrando cariño, comprensión y sensibilidad, quisieron ponerse a disposición y nos apoyaron en la investigación, tanto en persona como en todas las redes sociales compartiendo nuestro llamado”, continuó su mensaje Bocelli.