Otro ataque a Charlie Hebdo, esta vez con un hacha
Hay cuatro heridos, dos muy graves. El atacante es un joven de 18 años de origen paquistaní. El hecho se produce cuando se inicia el juicio por el atentado en 2015 contra la revista satírica.
Un joven paquistaní hirió a cuatro personas en París, frente a la revista del atentado en 2015. Dos de ellos son periodistas y las heridas, provocadas con un hacha, son graves. Sucedió cuando se está juzgando a sospechosos del primer ataque.
París confrontó al horror de un nuevo ataque terrorista frente a la ex redacción de Charlie Hebdo en la rue Nicolas Appert, en pleno barrio parisino de la Bastille. El autor principal de este ataque con un hacha de carnicero, que ha dejado cuatro personas heriHebdo das, dos de ellas periodistas en grave estado, fue detenido. Se trata de un joven de 18 años de origen paquistaní que reconoció haber cometido los hechos, según la policía. El joven llegó solo a Francia tres años atrás, como un menor asilado.
Un segundo sospechoso de 34 años está siendo interrogado en la brigada antiterrorista tras ser detenido en la estación de Metro Richard Renoir por la policía ferroviaria.
Entrada la tarde había allanamientos en curso en Val de Marne, donde vive el paquistaní, sobre el que no había indicios de radicalización. Pero era conocido de la policía por el uso de armas prohibidas. Otras cinco personas nacidas entre 1982 y 1996 fueron detenidas en un departamento de Seine St Denis, en los suburbios de París.
“Manifiestamente este es un acto terrorista islamista”, dijo el ministro del interior Gérald Darmanin en la noche del viernes. “Es un nuevo ataque sangrante contra nuestro país, contra los periodistas”, agregó.
El ataque se produjo a las 11.45, en un día lluvioso, en París, cuando se celebra en el nuevo palacio de justicia parisina el juicio contra los sospechosos de haber participado en el atentado de Charlie Hebdo. Sus protagonistas han muerto.
A pesar del juicio, no había ninguna medida de seguridad ni protección policial en el viejo edificio de Charlie en la Bastilla. Los periodistas heridos no habían sido amenazados ni tampoco la agencia.
”Nuestros dos empleados fueron atacados por azar. Esto fue un ataque a la libertad de la prensa y agradecemos el apoyo del equipo de Charlie Hebdo”, dijo Luc Hermann, director de la agencia Primera Línea, que remarcó la falta de custodia en este edificio simbólico cuando se estaba celebrando el juicio y los periodistas de Charlie Hebdo estaban nuevamente amenazados.
La revista satírica se mudó a un lugar secreto, con puertas y ventanas blindadas, vigilado 24 horas por día por 85 policías, que creen que “la his
toria no ha terminado todavía”.
El día de la iniciación del juicio, Charlie Hebdo volvió a publicar las caricaturas del profeta Mahoma. El ISIS mantiene la fatwa contra los periodistas de la revista por blasfemia. La tesorera de la revista fue evacuada de su casa dos días atrás, en 10 minutos, al haber recibido amenazas de muerte. París se encontraba bajo alerta máxima, ante el temor a un atentado por este juicio.
Una mujer y un hombre de la agencia de prensa Premier Ligne, que producían el montaje de documentales, fueron heridos cuando fumaban un cigarrillo frente a su oficina, ubicada en el segundo piso y frente a donde estaba la redacción de la revista. Los
dos están en terapia intensiva en dos hospitales diferentes de París.
El atacante fue detenido en las escaleras de la Opera de la Bastilla, con su cara ensangrentada, en las cercanías del Metro. Un hacha de carnicero fue descubierta, con rastros de sangre, frente a la entrada del Metro Richard Lenoir, el boulevard por donde fugó el atacante. Hasta ahora no se conoce cómo sucedió el ataque y que pasó con los otros dos heridos. Una vecina del Barrio XI de París, que vive sobre el boulevard Richard Lenoir llamó a la policía cuando vio a “un hombre armado con un machete correr por el boulevard”.
El premier Jean Castex, el ministro del interior Gerald Darmanin y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo visitaron las oficinas de la rue Nicolas Alpert. “Los servicios de seguridad y de auxilio, a quienes yo rindo homenaje, llegaron muy rápido para ejercer su trabajo. Son ellos los que intervinieron en este lugar simbólico, que al mismo tiempo se produce en este proceso de actos indignos contra Charlie Hebdo”, dijo el premier .
Claude fue otro de los testigos. “Vi desde casa una mujer atacada en la cabeza. Un hombre la atacaba con un machete en la cabeza. Gritaba y cayó al piso ensangrentada. Después vi gente correr al darse cuenta del ataque detrás de él.” Un hombre trasladó a la mujer herida a un local comercial y trató de detener la hemorragia. “Todo fue muy rápido. El ataque duró segundos”, contó el vecino, que no quiere ser identificado.
Los restaurantes estaban llenos porque era el mediodía. “Corran, corran, hay un atentado”, gritaba el patrón del Café de Industrie en la Bastille. La gente se refugiaba en las boutiques y los locales y bajaban las persianas en la rue St Sabin. Durante tres horas, los militares, los gendarmes y las fuerzas de seguridad bloquearon el área y exigieron a los vecinos permanecer en sus casas.
Los negocios de la zona fueron forzados a cerrar después de ser revisados por los policías en busca de fugitivos. El escenario temido por las fuerzas de seguridad eran por posibles, los jefes del ataque, que en los atentados de los cafés en el 2015 regresaron al área armados y nadie los detectó. Un segundo ataque mayor sigue siendo el temor de los investigadores en estas horas.w