Lautaro Martínez
Un golazo en la gran victoria del Inter
Cuando el entrenador Antonio Conte mandó a la cancha a Alexis Sánchez al partido le faltaban 12 minutos. Parecía que era tarde, que el DT había demorado más de la cuenta en busolfato car un mayor peso en el ataque y hacer jugar al delantero chileno, de un gran rendimiento en la última temporada. Pero no: a Sánchez le alcanzó el tiempo. Fue la llave para dar vuelta un partido de locos. Un debut vibrante de Inter en la Serie A, con el goleador intacto de Lautaro Martínez, con errores defensivos que deberá trabajar para no sufrir tanto como lo hizo ante Fiorentina pero con la ratificación de tener un plantel amplio que le da alternativas.
Le salió bien a Conte. Fue un triunfazo por 4 a 3 con una ráfaga final apasionante para dar vuelta el resultado adverso. Con el aporte sudamericano para solucionar en el ataque los problemas de la defensa, gracias al poder de gol de Lautaro Martínez y las asistencias de Alexis Sánchez.
En la primera acción del partido Fiorentina llegó a fondo y desnudó los huecos defensivos que mostraría Inter durante los 90 minutos. La receta fue simple: un centro cerrado de Cristiano Biraghi desde la izquierda que cayó detrás de los centrales y lo aprovechó Christian Kouame. La defensa local se quedó protestando una supuesta posición adelantada y el delantero tuvo tiempo para hacer una pared rápida con Giacomo Bonaventura en el área chica y empujarla al gol.
Inter equilibraba sus problemas defensivos con su potencia arriba. Y se sabe: a los goleadores como Martínez no hay que descuidarlos ni cuando parecen tener un encuentro errático. Lo demostró en la última jugada del primer tiempo. Recibió el pase profundo de Nicolo Varela, se hamacó en la puerta del área y frotó la lámpara: derechazo con rosca y potencia con la cara interna y contra el palo izquierdo de Bartlomiej Dragowski, que se estiró pero nada pudo hacer.
En el segundo tiempo se mantuvo el libreto. Y Martínez mostró su potencia para generar el segundo gol: aguantó la pelota ante la marca de Sofyan Amrabat, puso el cuerpo, se acomodó y sacó el remate que se desvió en Federico Ceccherini y se metió en su propio arco.
Pero a la película le faltaba un final inesperado. Un actor clave entró en escena para cambiar la historia en un pequeño lapso. Alexis Sánchez dejó su sello. Generó el empate de Romelu Lukaku con un pase filtrado perfecto para la llegada al fondo de Hakimi, que tocó al medio para que el belga la empujara. Y dos minutos después otra vez, en una salida rápida de un corner, puso un centro perfecto para el cabezazo en el segundo palo de Danilo D’Ambrosio.
Fue un festejo sudamericano para Inter. Por los goles que festejó Martínez, por los que sirvió Sánchez y por los primeros minutos de Arturo Vidal, que debutó.w