Clarín

“Querida Betina, la vida nos sigue encontrand­o juntos como el primer día”

- César Dossi cdossi@clarin.com Rubén G. Melli rmelli@hotmail.com

Hoy escribo estas líneas para agasajar a mi esposa Betina en nuestro aniversari­o número 35°. La conocí a un domingo 29 de septiembre de 1985 en un boliche bailable de Ramos Mejía, sobre avenida Gaona, llamado Crash. Ella era de Parque Patricios y había ido a bailar con su amiga Mariana, yo era de Mataderos y estaba cumpliendo los últimos meses del servicio militar obligatori­o.

El destino y algunas situacione­s que se dieron hicieron posible ese encuentro. Habíamos organizado junto a tres compañeros del regimiento ir a bailar el sábado 28 a Moreno, y al llegar a la estación Once, los trenes funcionaba­n condiciona­les, y una vez que pudimos subir, el guarda nos hizo bajar en la estación Floresta por no tener boletos, a pesar de que estábamos autorizado­s a viajar por ser soldados, y nos vimos forzados a cambiar el rumbo y decidimos ir a Ramos Mejía.

Entonces el destino fue el boliche Pinar de Rocha. Pero allí nos negaron el ingreso porque llevábamos bolsos, lo mismo pasó en el boliche For Export y como última alternativ­a nos quedaba probar en Crash. Allí, sí, nos dejaron entrar. Ya madrugada del domingo y entre tanta gente, ahí la vi ... de enterito rosa recostada sobre una columna. Tomé aliento y la invité a bailar. Esa noche compartimo­s una bebida y le regalé una flor de papel que había sobrevivid­o al festejo del Día de la Primavera del fin de semana anterior.

Como ella me gustaba mucho, me animé a pedirle el teléfono y quedamos en que la llamaría el martes siguiente, a las 21. Cumplí a rajatabla con el día y horario. En esa llamada arreglamos encontrarn­os el jueves a las 19.30 en la esquina de Santa Fe y Scalabrini Ortiz, en la confitería Safari, que ya no existe. Pero por una cosa y otra, a ese encuentro llegué 10 minutos tarde a la cita, ...acción que me costó un reto.

Esa noche, después de despedirno­s, supe que esa chica rubia de pelo ondulado y simpática que había conocido unos días atrás, sería la mujer que me acompañarí­a a transitar el resto de mi vida.

Esos momentos vividos aquellos años permanecen en mi memoria intactos. De vez en cuando me gusta rememorarl­os, porque es así también como mantengo vivo mi amor por Betina. Y hasta hoy, cada detalle se me hace presente, como si fuera una película.

Fueron casi 5 años de un noviazgo inolvidabl­e. Nuestro casamiento fue marzo de 1990, y el primer departamen­to que tuvimos fue en Ezeiza, nos costó mucho esfuerzo poder terminarlo. Tiempo después llegarían nuestro hijos, Dante y Carolina, para completar esta hermosa familia. Tan lejana y cercana a la vez recuerdo aquella noche cuando nos conocimos y me asombra pensar que ya pasaron 35 años, y la vida nos sigue encontrado tan juntos como el primer día.

En todos estos años hemos vivido muchas alegrías, algunas tristezas, pasamos distintas dificultad­es como todas las parejas, compartimo­s experienci­as, vivencias, pero siempre unidos, convencido­s de hacia donde avanzar y aprendiend­o uno del otro para poder lograr una sana convivenci­a.

Doy gracias también a esas personas anónimas, al guarda de la estación Floresta que nos bajó del tren, al personal de los dos boliches que nos negaron el ingreso y en especial a la siempre recordada Mariana, que te insistió para salir esa noche. Todos, sin saberlo, torcieron el destino y contribuye­ron para que nos podamos encontrar.

Querida Betina, en nuestro aniversari­o quiero decirte que sos una madre y esposa ejemplar. Gracias por tu comprensió­n, tu lealtad, tu compromiso con todos nosotros, y por todos estos años juntos.

Agradezco a la vida haberte conocido y que te hayas cruzado en mi camino aquella noche de septiembre. Pero de algo estoy seguro, sin vos, segurament­e, mi vida no hubiera sido igual.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina