Días críticos para la salud de Donald Trump
Lo dijo el jefe de Gabinete de la Casa Blanca. Contradijo así informes optimistas de los médicos del presidente. El mandatario aclaró que esta mejor “pero el verdadero reto”, admitió, será los próximos dos días. Habría recibido oxígeno el viernes.
El presidente de EE.UU. apareció desmejorado al hablar en un video desde el hospital. La Casa Blanca admitió que tendrá “48 horas críticas”. Hay incertidumbre entre los republicanos por la campaña y Joe Biden acelera para sacar ventaja.
Una serie de informaciones contradictorias agregaron este sábado mayor ansiedad sobre la situación real de la salud del presidente Donald Trump, hospitalizado desde el viernes por coronavirus. Ante las versiones de su entorno que hablaban de una situación “preocupante”, el mandatario aclaró que se encuentra “mucho mejor” aunque se mostró cauto.
Sus declaraciones a través de un video subido a Twitter buscaron minimizar los comentarios del jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, quien por la tarde había revelado a la prensa que “los signos vitales del mandatario durante las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en términos de su atención. Todavía no estamos en un camino claro hacia un recuperación completa”, enfatizó.
El reporte contradijo de plano los anuncios previos muy optimistas del médico de Trump, Sean Conley, quien había señalado en una rueda de prensa este sábado por la mañana que “el presidente está muy bien” y aclaró que respira bien e incluso camina sin dificultad”.
Luego, por la noche, Trump grabó un video desde el hospital militar donde está internado y admitió que efectivamente “el verdadero reto será el siguiente par de días”. También reconoció que “cuando llegué aquí no me sentía muy bien, ahora me encuentro mucho mejor”. Añadió que “tengo que volver porque todavía tenemos que hacer a EE.UU. grande de nuevo. Creo que estaré de vuelta pronto”. El mandatario buscó descartar cualquier hipótesis sobre las elecciones. “Quiero terminar la campaña de la manera que lo hemos estado haciendo”, apuntó, pese a haber tenido que suspender todos sus compromisos públicos desde que el jueves por la noche, cuando se hizo público que había dado positivo por la Covid-19.
Trump buscó eludir las críticas por su comportamiento poco responsables y dijo que “no tuvo otra opción” que exponerse a la enfermedad, “debía estar en el frente”, se justificó.
El jefe de Estado tiene 74 años y sobrepeso, lo que lo coloca en el segmento de riesgo por la enfermedad pero a su favor no hay precisiones sobre complicaciones previas que podrían agravar su cuadro. Trump fue llevado el viernes en helicóptero al hospital militar Walter Reed en Bethesda, Maryland.
Conley, había informado entonces que Trump “está fatigado pero de buen humor”. Al mismo tiempo se indicó con insistencia desde la presidencia que la internación tenía propósitos preventivos.
“El presidente permanece con buen ánimo, tiene síntomas leves y ha estado trabajando durante todo el día. Por precaución y por recomendación de su médico y expertos, trabajará desde las oficinas presidenciales del hospital Walter Reed los próximos días”, había dicho la vocera de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
Sin embargo dos personas cercanas a la Casa Blanca dijeron en entrevistas separadas con el diario The New York Times que el presidente tuvo problemas para respirar el viernes y que su nivel de oxígeno había descendido. Los médicos resolvieron entonces brindarle oxígeno suplementario mientras estaba en la Casa Blanca y es por eso que luego decidieron transferirlo a Walter Reed, donde podría ser monitoreado con mejor equipo y tratado más rápidamente en caso de problemas. Otras fuentes citadas por la agencia Associated Press confirmaron el uso del oxígeno.
Conley, sin embargo, contradijo ese reportes. En su informe del sábado por la mañana, señaló a la prensa que el presidente no estaba recibiendo oxígeno suplementario. Sin embargo se negó repetidamente a indicar de modo definitivo si alguna vez había estado tomando oxígeno. “Ninguno en este momento y ayer con el equipo, mientras todos estábamos aquí, él no estaba con oxígeno”, dijo, pareciendo sugerir que hubo un período el viernes en el que sí.
El presidente este sábado buscó alejar esas sospechas y que su salud no estaba en riesgo al informar en un tweet “¡Voy bien, creo! ¡Gracias a todos! ¡Amor!”
Pero las fuentes citadas por los principales diario del país, además de las precisiones del jefe de Gabinete, señalaron que los signos vitales del mandatario comenzaron a ser preocupantes este sábado que fue “cuando los médicos montaron un esfuerzo agresivo para tratarlo enmomentos que el jefe de Estado no esta
ba fuera de peligro”, indicó The New York Times ente otros medios.
Las dudas del cuadro clínico no se limita al estado actual del mandatario. Los médicos tampoco dieron precisiones sobre cuándo enfermó, sugiriendo que se sabía que el mandatario se había infectado al menos un día antes de la fecha en que se había informado oficialmente, este jueves .
En este sentido el médico Conley pareció indicar que, en realidad, al presidente se le diagnosticó el virus por primera vez el miércoles, poco después del debate con el demócrata Joe Biden. Según el especialista la enfermedad llevaba “72 horas”.
El mandatario y su mujer viajaron a esa cita, en Cleveland, en el avión presidencial, con la asesora Hope Hicks quien dio positivo de coronavirus. Cuando se le consultó al médico sobre las dudas respecto al momento del contagio, Conley eludió nuevamente brindar precisiones, pero dijo que el jueves por la tarde “repetimos las pruebas y, dadas las indicaciones clínicas, teníamos un poco más de preocupación”. A última hora de la noche, dijo que “obtuvimos la confirmación de PCR de que era” positivo.
El tema preocupante es que entre tanto, Trump había asistido a eventos de campaña tanto el miércoles por la noche como el jueves estando ya enfermo. La agenda incluyó un acto en Cleveland, Ohio, otro en Minnesota y una cita de recaudación de fondos en New Jersey.
Junto con el presidente, una amplia franja de asesores y funcionarios que trabajan con él y su esposa Melania, quien también dio positivo de la enfermedad, se contagiaron en los últimos días, agravando la situación en la Casa Blanca.■
Los signos vitales de Trump preocuparon este sábado,según un reporte de The New York Times