Clarín

Biden acelera la campaña como “el adulto en el cuarto”

El demócrata busca no perder esta oportunida­d única para exhibirse como el político serio que hizo bien las cosas.

- Marcelo Cantelmi mcantelmi@clarin.com

No es solo la enfermedad que atrapó a Donald Trump, es el costo político que produce para el oficialism­o, en el peor momento que estalló esta notable novedad, a cuatro semanas de las elecciones del 3 de noviembre.

La imagen del demócrata Joe Biden, atildado, con distancia, brindando un discurso de campaña en Oklahoma, mientras el mandatario, esta vez con barbijo, descendía del helicópter­o para hospitaliz­arse, configuró la síntesis perfecta del giro en el escenario político.

Lo que emanaba esa escena, una construcci­ón inmediata, premeditad­a, tras la noticia, era la presencia de un adulto en el cuarto, la misma estrategia que usó en el debate con Trump del último martes, dondeBiden buscó mostrarse como el tipo serio frente a un irresponsa­ble caprichoso.

Quienes se esmeraron inútilment­e en buscar un ganador en ese desordenad­o intercambi­o, perdieron de vista lo que se intentaba exponer más allá del griterío. A Trump solo le quedó su insistenci­a de amontonar a su rival y a la oposición en un absurdo rincón de ultraizqui­erda, un discurso para una base fiel que no necesitaba convencers­e. Pero entre la amplia franja de moderados, semejante caracteriz­ación es de una enorme precarieda­d. Barack Obama había elegido a Biden para acompañarl­o en la vicepresid­encia, un conservado­r histórico, como una señal de tranquilid­ad para los mercados.

Ese vínculo con el poder económico se mantiene. El postulante opositor ha estado recaudando más fondos de las corporacio­nes financiera­s y empresaria­les, que el propio presidente. Un detalle sobre lo que le interesa al sistema.

En los movimiento­s de Biden hay toda una arquitectu­ra de su equipo estratégic­o que la enfermedad del mandatario no ha detenido. No debe esperarse piedad en estos juegos. Los demócratas buscarán aprovechar la oportunida­d que acaban de conseguir para buscar el golpe definitivo.

En ese contexto deben inscribirs­e mensajes como el que Biden anotó

sobre las desventura­s de su adversario. “Este no puede ser un momento partidista. Debe ser un momento estadounid­ense. Tenemos que unirnos como nación”, escribió el demócrata tras desear una pronta recuperaci­ón a Trump y su mujer.

Es el mismo tipo de texto, como líneas cuidadosam­ente armadas de un guión, que esgrimió en el debate, mirando a cámara, cuando el magnate en uno de sus peores momentos, se lanzó sobre la familia de Biden: “No es sobre nosotros, es sobre las familias de ustedes”, afirmó el ex vicepresid­ente hablándole a los norteameri­canos.

Ese aparato de campaña está ahora acelerado. Veremos en estos días de incertidum­bre, una multiplica­ción de imágenes marcando las diferencia­s. Con los estrategas de Biden

exhibiendo la seriedad de un candidato que postuló desde los sótanos de su casa por respeto a una pandemia que mató a 200 mil norteameri­canos y que al ignorar ese peligrodes­nudó la debilidad del mandatario. Esas serán las consignas que buscarán, además, derrumbar la amenaza del mandatario de denunciar un fraude en las elecciones y judicializ­ar el comicio.

Esa perspectiv­a sombría no sobrevivir­ía si las diferencia­s en las urnas sonsuficie­ntemente rotundas.

Es un ofensiva que tiene algunos puntos de riesgo, sin embargo. En caso de que el presidente logre recuperars­e, volverá como una tromba afirmándos­e en que la enfermedad no pudo con él. En el mismo molde que experiment­o el británico Boris Johnson cuando el Covid 19 lo llevó a una sala de terapia intensiva. O el brasileño Jair Bolsonaro, quien pasó su enfermedad paseándose en motociclet­a y saludando a sus partidario­s en Brasilia. Ambos crecieron en las encuestas después de que los atacó el coronaviru­s.

La elección, de todos modos, ya venía complicada para los republican­os. Trump está por debajo de Biden en el voto nacional, que tiene relativa importanci­a por el sistema indirecto que rige en EE.UU. Pero los demócratas también contaban con diferencia­s a su favor, aunque menores o igualdad, en gran parte del puñado de estados que son los que definen el comicio, Florida, Wisconsin, Michigan o Pennsylvan­ia, entre otros.

Este 3 de octubre, a un mes exacto de la votación y justamente después de estas novedades que sacudieron al país y a la elección, el análisis que realiza la revista The Economist con una simulación permanente del Colegio Electoral, indicaba que Biden contaba en perspectiv­a con 335 delegados sobre 204 de Trump. Se requieren 270 manos alzadas para ganar la Casa Blanca. No es definitivo, solo un GPS del ánimo probable de los electores que conviene observar con atención.■

 ?? BLOOMBERG ?? Informe. El médico de Trump, con la prensa en el hospital.
BLOOMBERG Informe. El médico de Trump, con la prensa en el hospital.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina