Clarín

Una biografía de Boris Johnson: infancia triste y un padre golpeador

Fue escrita por el periodista Tom Bower. En “El jugador”, el autor repasa la vida de un niño solo y un adulto incapaz de ser fiel a sus parejas.

- CORRESPONS­AL María Laura Avignolo

La triste infancia del primer ministro británico Boris Johnson, junto a sus tres hermanos, y la violencia de su padre hacia su madre depresiva, es relatada en una nueva biografía británica del periodista de investigac­ión Tom Bower. En la misma semana de la conferenci­a conservado­ra y con un Boris débil pos coronaviru­s, con rumores de renuncia post Brexit, The Gambler( (El jugador) está siendo difundida en partes por el diario The Mail on Sunday.

Stanley Johnson, su padre, le pegó a su madre Charlotte, hasta romperle la nariz en 1979. La violencia la forzó a recibir tratamient­o en el hospital. En el libro, Charlotte Johnson Wahal, una artista aristocrát­ica y mamá de Boris, dice que “la verdad debe ser contada”. Describió su matrimonio con Stanley como “violento e infeliz”. El padre de Boris, que ha cumplido 80 años y se ha casado nuevamente, no quiso comentar el libro.

Charlotte sufrió un colapso nervioso en 1974, cuando ya estaba casada con él. Sus cuatro hijos eran chicos y habían sido internados en un colegio británico. Fue llevada al Maudsley Hospital, un hospital psiquiátri­co muy victoriano, donde la mantuviero­n aislada durante 8 meses.

“Los médicos en Maudsley hablaron con Stanley sobre sus abusos a mí. El me había pegado”, dice la madre de Boris en la biografía. “El rompió mi nariz. Y me hizo sentir como si yo lo mereciera”, describe.

Los amigos de Stanley y la familia replicaron que la violencia se produjo cuando Charlotte sufría de “un desorden obsesivo compulsivo y estaba agitada frente a el”. Stanley le rompió la nariz cuando agitó los brazos como ella, según estos testimonio­s.

Una pareja infeliz produjo una familia tan infeliz como la madre, con sus cuatro hijos traumados, solitarios y sin recibir afecto. El biógrafo Bower dice que este contexto llevó a Boris a ser un “solitario”. Para entonces era Alex para su familia. Su conversión en un excéntrico llegó cuando ganó una beca para estudiar en el exclusivo Eton. Fue el mismo año en que sus padres anunciaron su divorcio. Entonces Boris preguntó: ”¿Para qué nos tuvieron a nosotros?”

Stanley, el padre, era un “playboy” que viajaba de Londres a Bruselas, donde trabajaba en la primaria Comisión Europea, a Gran Bretaña y de allí a Columbia en Nueva York, para finalizar su Master en Economía. Luego trabajó en el World Bank. Por eso Boris

nació en Nueva York, sin plata en la pareja para los gastos de parto. Luego, con su madre internada, pasaban las vacaciones con una “nanny”, en una remota chacra en Exmmoor, en Devon. Sin amigos, lejos de todo, los hermanos se volvieron inseparabl­es y Boris protegía a los más chicos.

Su infancia tuvo un enorme efecto en la forma que el actual primer ministro británico establecía sus relaciones familiares y de pareja, con hombres y mujeres. La falta de confianza en su padre y sus múltiples affaires generó en Boris una incapacida­d para establecer relaciones de amistad con otros hombres. Sus principale­s amigas fueron mujeres.

La familia Johnson continúa sufriendo las secuelas de ese infancia y adolescenc­ia cruel. La biografía recuerda un reencuentr­o familiar en Chequers, la casa de campo del premier, cuando celebraron el año pasado los 79 años de Stanley. A pesar de la “jovialidad de su hijo, no se podía ocultar el tenso estado de ánimo”.

Boris vive una seria crisis familiar. Tras la separación de Marina Wheler, una británica india de origen Sik, abogada brillante y su par intelectua­l, sus cuatro hijos no hablan con él. Lara (26), Milo (24), Cassia (22) y Theo (20) rechazaron la invitación a Chequers. Ellos se niegan a hablar con su padre tras el divorcio con su madre, que sufría cáncer cuando sucedió. Marina y Boris eran amigos inseparabl­es de infancia y hasta hoy el primer ministro la extraña. Pero ella no tolera sus múltiples infidelida­des.

Sus cuatro hijos están furiosos con su abuelo Stanley por aparecer públicamen­te con Carrie Symonds, la novia de Boris y mamá de su séptimo hijo. Los chicos tampoco conocen a la nueva novia de su papá. Marina y Allegra Mostyn-Owen, las dos ex esposas de Boris, fueron entrevista­das en la biografía de Bower. Ellas dicen que Boris ha seguido los pasos de su padre con su cadena de affaires. Después de un affaire con la periodista Petronella Wyatt, Boris entregó todos sus ahorros a Marina Wheeler como garantía, con la promesa de que le pondría un punto final.

Cumplió pero inició otro affaire con la norteameri­cana Jennifer Arcuri, cuando era alcalde de Londres. Ella llegó a acompañarl­o en viajes oficiales. El le enviaba “aturdidos textos de amor”. El 29 de diciembre del 2018 escribió: ”Te extraño y te necesito”. Boris siempre negó el affaire.

Cuando Johnson llegó a Downing Street no tenía muebles sino dos posesiones: un busto de Pericles, comprado en Grecia, para ser fiel a su amor a los clásicos, y los cuadros pintados por su madre. Los hermanos Johnson -Boris, Leo, Rachel y Jo- hablan griego antiguo entre ellos para comunicars­e. Es uno de los muchos idiomas que hablan.

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AFP Retrato. El primer ministro británico, Boris Johnson, en el centro de un libro sobre su vida privada.

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