Bolsonaro opta por el pragmatismo y enfrenta a los evangélicos
Es por la postulación de un nuevo magistrado para la Corte Suprema que no es un militante de ese culto religioso.
La decisión del presidente Jair Bolsonaro de indicar un juez para el Superior Tribunal Federal que no es del riñón de los sectores evangélicos ha sorprendido a sus fieles seguidores. Y ha reforzado la idea de que el presidente trata de ampliar su base de apoyo mirando a la elección presidencial del 2022. “Bolsonaro del primer semestre fue el del enfrentamiento con todos los poderes. Ahora, en el segundo semestre opta por el pragmatismo”, dice una fuente del gobierno, en Brasilia.
Ya hubo una u otra temporada de un fugaz pragmatismo presidencial. Pero, el hecho de que el presidente haya anunciado el nombre del magistrado Kassio Nunes Marques, que no es del corazón de los evangélicos, señala, como dijo la columnista política de la revista Veja, Dora Kramer, que Bolsonaro busca ampliar su base electoral y el respaldo en el Congreso. Mira a las urnas. Kramer también ha dicho que el presidente, en relación a la Corte, pasó “de la hostilidad directamente a la promiscuidad”, al ser fotografiado a los abrazos con integrantes del STF en Brasilia.
Con 48 años de dad, Nunez Marque reemplazaría al juez Celso de Mello, que se jubila en este mes de octubre y es visto como critico del presidente, sentimiento mutuo, dicen en Brasilia. Para justificar su decisión, Bolsonaro usó un argumento político y religioso: “En cuestión de familia, él (Nunes Marques) es católico”. El presidente también comentó que su candidato “está contra el aborto, en favor de las armas, dentro de los limites de la ley y hasta tiene título de cazador, coleccionador y tirador y está 100% en sintonía conmigo”.
Las declaraciones fueron interpretadas como una señal a los ultraconservadores, que quieren a alguien que levante las banderas en contra del aborto y en favor de la liberación del uso de armas.
Hasta los más aguerridos seguidores de Bolsonaro, como el pastor Silas Malafaia, ha criticado la elección como “una vergüenza”. Malafaia había llevado tres nombres de evangélicos a Bolsonaro para la silla en el Supremo. Es la primera vez que el presidente no acepta las sugerencias del pastor. Otros dijeron en las redes sociales que “el mito” (por Bolsonaro) ya no es más “mi mito”. Y Olavo de Carvalho, el influencer de ideas de ultraderecha en la familia Bolsonaro, dijo también que el nombre elegido por el presidente es “una vergüenza”.
Desde la elección de Bolsonaro, en 2018, las bancadas evangélicas, ruralistas y ‘da bala’ (policías, por ejemplo) ampliaron su influencia en el Ejecutivo. Para tratar de tranquilizar sus fieles seguidores religiosos, Bolsonaro dijo que en julio de 2021, cuando otro juez de la Corte se jubilará, indicara a alguien “terriblemente evangélico”. “Un evangélico y con intereses conservadores”, dijo. Para él, la Suprema Corte tiene hoy un perfil demasiado progresista. De los once jueces, ocho fueron designados por los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff. Sin embargo, muchos de ellos votaron en contra de los gobiernos del PT como en el Lava Jato, por ejemplo. O sea, la fidelidad, duró poco.
En su historia como juez, Nunes Marques falló en sintonía con la agenda del gobierno actual, como en el uso de agrotóxico, criticado por ambientalistas, y cuando decidió en favor de una demarcación de tierras indígenas para la construcción de una hidroeléctrica, durante el gobierno de la expresidente Rousseff. La obra no salió del papel, pero muestra que Nunes Marques, al menos hoy, tiene motivos para la simpatía de Bolsonaro. Él ha sido presentado al presidente por su hijo Flavio Bolsonaro.
A personas que lo conocen en Brasilia, el juez ha dicho que su principal objetivo “será respectar la Constitución”. Para asumir la silla en el STF, el juez tiene que ser aprobado por el Senado el día 21 de este mes. El gobierno espera que Nunes Marques sea respaldado por unanimidad. ■