El Gobierno sufre la marcha más masiva a sólo diez meses de asumir
Tema del día Otro banderazo en Capital y las principales ciudades del Interior ●
Una vez más la gente salió a la calle para plantear sus reclamos al Gobierno. El abanico de pedidos fue muy amplio, desde la economía hasta la toma de tierras o el regreso de las clases presenciales, con el foco puesto en el avance sobre la Justicia
y el hartazgo por la cuarentena. Más allá del Obelisco como epicentro en la Ciudad, también hubo marchas, a favor y en contra, frente a la Quinta de Olivos. En algunos puntos del Interior la protesta se hizo sentir muy fuerte. Córdoba fue uno de los principales focos, junto a Mendoza, Mar del Plata, Rosario y La Plata. En un reportaje, el ex presidente Macri dijo que “las manifestaciones son contra el atropello”. La oposición remarcó que la “cuarentena eterna destruye todo”.
“Se viene el estallido. Se viene el estallido. De mi guitarra. De tu gobierno, también”. Al caer la tarde, con miles de personas caminando o circulando con mucha dificultad en autos, sonaba fuerte uno de los hits de la Bersuit Vergarabat desde un pequeño camión plantado en el Obelisco, el monumento que se transformó en el ombligo de una nueva protesta y banderazo masivo contra el Gobierno y sus políticas y que se replicó en diversas ciudades del país. El clima, a esa hora de la concentración en el centro porteño, era de enojo pero también de “liberación” y fiesta.
Cada canción, cada cartel y cada testimonio que se escuchaba en el lugar mostraba el ánimo de la gente, que decía estar “harta” de la larga cuarentena que empezó hace casi siete meses y que no alcanzó para sacar a la Argentina de los primeros lugares mundiales del ranking de infectados de coronavirus. “Que se vayan todos”, rezaban algunos carteles, como durante la crisis de 2001.
Los manifestantes rechazaron la embestida K contra la Corte Suprema, la reforma judicial y también el desplazamiento de jueces que investigan a Cristina Kirchner. Protestaron por el estado maltrecho de la economía, el cepo cambiario, la inflación e incluso por la política exterior. En pleno Obelisco levantaron una muñeca inflable que representaba a Cristina Kirchner vestida de presidiaria. Dos globos con forma de zepelin llevaban la leyenda “Corte Suprema. República o Feudo”. Y otro de color negro decía “Dictadura Nunca Más”, y llevaba colgadas las banderas de Argentina y de Venezuela.
El centro porteño quedó cruzado por ríos de autos, que parecían muchos más que los de la convocatoria del 20 de junio pasado, la manifestación convocada contra el intento fallido del gobierno de expropiar la cerealera Vicentín. Los coches coparon la 9 de Julio desde el Obelisco hasta avenida Del Libertador y también había bloqueos por Viamonte y en Corrientes llegaban hasta Leandro N Alem. A lo largo de toda la tarde se cantó varias veces el himno nacional y se repetían canciones como “Resistiré” mechadas por gritos como: “¡No al populismo!”
En el Obelisco, la gente pidió el regreso a las clases presenciales en las escuelas, protestó contra la quita de coparticipación a la Ciudad, la inacción ante las tomas de tierras y la creación de un observatorio para controlar el contenido de los medios.
Cristina, vendedora de seguros, le dijo a Clarín que estaba ahí porque quería una “justicia independiente”, y que es “muy difícil ser argentinos con esta política y un gobierno que ejerce la impunidad”. Nuria, politóloga, pidió “un país con división de poderes, una república con instituciones, como no la hay ahora”. Yana llegó ahí con sus amigas pidiendo una “justicia independiente” y pensando en que “el Presidente se queja de la opulencia de Buenos Aires pero no de la opulencia de los políticos”.
En el centro porteño, vendedores ambulantes vendían banderas argentinas por entre 150 y 200 pesos. “Hay hambre”, decían. Los barbijos estaban a $ 150: aunque la gente se cuidaba, la euforia generaba descuidos. Bajo las techos de negocios vacíos o cerrados gente que vive en la calle con colchones y perros miraban la marcha con indiferencia.
Además de la de Buenos Aires, hubo marchas convocadas en Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Rosario, La Plata, Mar del Plata, Corrientes, Paraná, Salta y Bariloche. También en localidades más pequeñas de la provincia de Buenos Aires y otros distritos. Frente a la Quinta Presidencial de Olivos, la Policía debió separar a los manifestantes opositores de un grupo de simpatizantes del gobierno de Alberto Fernández.
El Presidente publicó un tuit defendiendo a la vicepresidenta que fue objeto de los mayores rechazos. “Disentir con un gobierno es parte de la democracia. Movilizarse, aún con el riesgo que implica en una pandemia, también”, comenzó el mensaje el mandatario. Y añadió: “Pero promover una convocatoria a una protesta en el domicilio de una persona solo fomenta la grieta y daña esa convivencia democrática”, dijo el mandatario sobre la protesta que se había convocado frente a la casa de la vicepresidenta, en la Recoleta.
Esta fue la octava manifestación contra el Gobierno organizada en las redes sociales por militantes opositores no orgánicos, pero que fue saludada por varios referentes de Juntos por el Cambio, entre ellos el ex presidente Mauricio Macri. ■