Desde el Gobierno defendieron a Cristina y cuestionaron a los medios
Fue por publicar las direcciones de las concentraciones donde estaba el domicilio de la vicepresidenta.
Como hizo frente a las movilizaciones anteriores, el Gobierno buscó ayer poner el foco en el riesgo sanitario de las marchas por la pandemia, aunque validó como "parte de la democracia" que haya manifestaciones políticas. Así y todo, trató de restarle trascendencia y volumen y, de paso, intentó correr el eje de la protesta contra el Poder Ejecutivo.
Fue Alberto Fernández el que fijó esa línea a través de su cuenta personal de Twitter luego de una jornada que, a diferencia de las previas, tuvo un componente: se sucedieron múltiples mensajes de funcionarios y dirigentes del Frente de Todos (FdT) en contra de la convocatoria a protestar frente al domicilio particular de la ex presidenta, y actual vice, Cristina Kirchner.
“Disentir con un gobierno es parte de la democracia. Movilizarse, aun con el riesgo que implica en una pandemia, también. Pero promover una convocatoria a una protesta en el domicilio de una persona solo fomenta la grieta y daña esa convivencia democrática", tuiteó Fernández a las 16.35 en defensa de Cristina.
Ocurrió al retuitear un texto del ministro de Defensa, Agustín Rossi, que calificó de “cobardes” y “canallas” a los referentes de la oposición y a Clarín y La Nación por informar los puntos de concentración que los organizadores del banderazo fijaron, entre los que estaba el domicilio de la vicepresidenta.
En esa misma línea, y en un intento de correr el eje de la convocatoria a las protestas, algunos ministros tuitearon contra Clarín por haber publicado ayer en su edición digital que uno de los puntos de concentración a los que convocaban los organizadores de las marchas era la esquina del domicilio particular de Cristina Kirchner.
El jefe de Gabinete Santiago Cafiero fue, junto al ministro del Interior Eduardo "Wado" De Pedro, uno de los funcionarios que cuestionaron la convocatoria al domicilio particular de la vicepresidenta y mencionaron a Clarín, que publicó esa información porque figuraba en una lista aportada por los propios organizadores de las protestas.
Cafiero, De Pedro y Agustín Rossi, entre otros, vincularon la publicación con la convocatoria de sectores opositores para sugerir que existió una acción coordinada. En realidad el único objetivo de Clarín fue informar: publicó los lugares de concentración en casi un centenar de puntos de la Argentina y en ese listado, que como ya se explicó había sido confeccionado por los organizadores, figuraba la esquina donde vive la vicepresidenta, dato que posteriormente fue quitado de la publicación en la edición electrónica.
También lanzó críticas el canciller
Felipe Solá, quien calificó de “antidemocrático” la convocatoria a un “escrache” contra Cristina Kirchner, “elegida por el pueblo”.
La manifestación opositora se produjo cuando toman fuerza los pedidos desde distintos sectores del Frente de Todos (FdT) para que el Gobierno acepte que pueda haber una movilización oficialista, algo que hasta acá Fernández no aprueba porque va contra su posición pública respecto a la pandemia.
“Hay mucho hartazgo porque hay marchas opositoras y los nuestros quieren salir a bancar al Gobierno pero Alberto no quiere", le dijo una fuente oficial a este diario y mencionó pedidos de dirigentes que propusieron una marcha el 17 de octubre. Las protestas en distintos puntos del país fueron leídas por el Gobierno como reacciones de sectores "anti todo", según la figura que repitió a
Clarín un funcionario. Hasta el atardecer, más allá de los tuits del Presidente y sus ministros, la decisión era que no haya una posición pública sobre los banderazos.
Más temprano, el planteo oficial lo marcó el jefe de Gabinete Santiago Cafiero que dijo que "hay gente" que se manifiesta, "son argentinos y argentinas, pero no son la Argentina", en referencia a lo que el Gobierno define como un sector "minoritario".w
Para Cafiero, quienes protestan “no son la Argentina” sino un sector “minoritario”.