Todo listo para recibir a los alumnos en Ciudad tras meses de aislamiento
Reencuentro. Clarín recorrió dos escuelas técnicas que reabrirán sus puertas para 6° año. Los chicos estarán 2 horas, en grupos de 6 o 10 y la asistencia será voluntaria.
El sol pica en los antebrazos arremangados. El reflejo en el piso de cemento achina los ojos. En unas horas, hoy a las 10, seis adolescentes de sexto año de un colegio técnico porteño sentirán lo mismo pero sentados con disciplina en pupitres dispuestos en ronda. Remarán contra el coronavirus y tendrán clase con un docente, el único con el que tomarán contacto presencial de acá a quién sabe cuándo. Imaginarán a sus compañeros bajo el barbijo y la máscara tipo "soldador". Otros seis chicos, con otro profesor, se sentarán en una ronda más allá. En la escuela técnica de enfrente, lo mismo, pero en grupos de a diez. Serán dos horas, y a casa, una vez por semana o cada 15 días, según el establecimiento. La escuela vuelve, sí, pero en el gesto de las autoridades conviven entusiasmo y temor. Y, también, algún sinsabor: sabe a poco y, a la vez, es un franco primer paso.
Clarín estuvo en dos escuelas técnicas de la Ciudad que hoy harán la experiencia de la "vuelta a la presencialidad". Las separa la calle Virgilio, en medio de árboles frescos y casas bajas de Monte Castro, barrio erróneamente identificado con Devoto. Tienen entre 1.200 y 1.400 alumnos cada una. Los de sexto año, precisamente los que retomarán muy lentamente la presencialidad, son 120 en un caso y 210 en el otro.
La más grande es la Escuela Técnica N°35 (“Ingeniero Eduardo Latzina”). Fue fundada en 1951 y tiene dos orientaciones: automotores y computación. La otra, la Escuela Técnica N°27 (“Hipólito Yrigoyen”,) es del 48, y tiene orientación en Química. Sería un error no informar que el Papa Francisco fue alumno de la última, pero entonces todo era diferente.
“El edificio quedaba en la calle Goya...
luego lo mudaron acá, en los 70”, contó Oscar Lazbal, su rector. Además no había “60% de alumnas mujeres", como ahora, ni coronavirus, ni se ensayaba un aburrido protocolo de cien páginas para intentar retomar el contacto presencial entre docentes y alumnos, tras meses de cuarentena obligatoria.
Cruzando la calle está Javier Campagna,
rector de la Escuela Técnica N°35. Tanto él como su colega fueron alumnos de los establecimientos que hoy conducen. “Me siento como en casa”, se jactó.
Luego describió con precisión milimétrica lo que, es evidente, repasó mentalmente muchas veces: cómo volver a las clases. Cómo armar burbujas de diez pibes con un solo docente. Qué materia elegir. Qué chicos. A qué hora. Cómo lograr que terminen el secundario.
Entre primarias y secundarias de gestión pública y privada, hay unos 700.000 alumnos en la Ciudad. Por ahora, solo los de 7° grado y 5° o 6° año (según el caso), más unos 6.500 que por distintas situaciones quedaron al margen del "aula virtual", retomarán la presencialidad. Será en cuentagotas. El plan de acá a la última semana de octubre es que vuelvan a las aulas 14.000 alumnos de 190 escuelas. En esta primera semana, lo harán 862 chicos de 11 instituciones. Si todo va bien, se irán sumando más chicos en nuevas “burbujas”.
Pero, por ahora, el porcentaje de presencialidad es chico. En la escuela 35 cursan 1.460 alumnos, de los cuales 210 están en 6° año. El plan que arranca esta semana contempla que vayan dos horas a la escuela 40 adolescentes por día: son dos burbujas de 10 chicos cada una a la mañana y otras dos a la tarde.
“En una semana, pasan todos por la escuela, y así repetís la semana siguiente. Si todo va bien, sumaríamos una o dos burbujas más por día, de modo de llegar a la cifra ideal, que es que cada chico venga dos veces por semana”, se esperanzó Campagna.
Pero es una suerte de “Elige tu propia aventura”, donde cada establecimiento tiene un margen de movilidad, en función del espacio del patio y de la cantidad de chicos, entre otros aspectos. Y todo requiere organización. Por ejemplo, ir al baño. Según Lazbal, "van de a uno por vez y va a haber personal de limpieza para higienizarlo cada vez que salga un alumno".
Los chicos deben asistir con barbijos y en la entrada les entregarán una máscara -tipo soldador-, cuyo uso será obligatorio.
Pero, volviendo al "Elige tu propia aventura", Lazbal contó que en la escuela 27 armaron "burbujas de seis chicos, para comenzar. Luego se verá si se amplían a diez. Son dos burbujas de seis a la mañana y dos a la tarde. O sea que, en un principio, cada alumno vendrá dos horas cada más o menos 15 días”. ■