Crece el rechazo opositor a la creación de un ente oficial de control de medios y redes
Desde Cambiemos piden citar al Congreso a Miriam Lewin, defensora del Público, a dar explicaciones.
En medio de un rechazo creciente y duras advertencias de que el Gobierno está generando un retroceso antidemocrático, con la pretensión de ejercer un control gubernamental de la información, la oposición en el Congreso pedirá que se cite a dar explicaciones a la titular de la Defensoría del Público, Miriam Lewin, acerca del proyecto Nodio, que fue presentado el viernes pasado como un “Observatorio de la desinformación y la violencia simbólica en medios y plataformas digitales”.
La intención de que Lewin se presente fue anticipada por la diputada de la UCR, Karina Banfi, secretaria de la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de las Comunicaciones Audiovisuales, las Tecnologías de las Telecomunicaciones y la Digitalización. Esa comisión la preside la cristinista Gabriela Cerutti.
“Presentaremos un proyecto de resolución para que disuelvan este observatorio, porque controlar y vigilar no es parte de las funciones que debe tener la Defensoría del Público”, sostuvo Banfi y agregó: “A la sociedad no hay que protegerla de las noticias falsas. Lo que tenemos que buscar son mecanismos en donde el Estado sea el que ponga a disposición información pública, así la gente puede saber qué es mentira y qué es verdad”.
La iniciativa oficial fue sumando cuestionamientos por parte de especialistas y dirigentes de la oposición, que alertaron por los riesgos para la libertad de expresión.
La investigadora Adriana Amado señaló que ese tipo de organismos, por lo general, no forman parte de estructuras estatales, como la que se lanzó en la Argentina. "De 215 factcheckers analizados, sólo 7 son parte de un organismo gubernamental, en países como Polonia, Austria y Nigeria. Algunas de estas iniciativas se apoyan en leyes restrictivas de libertad de expresión en redes sociales de esos países".
Amado aclaró que, si bien participó el viernes en la mesa debate sobre Nodio, "no soy parte del Observatorio. Fui invitada a una mesa donde se expresaron diversas posiciones y participé porque creo en el debate de ideas". Y agregó: "Los países que tienen leyes contra el discurso del odio, son por ejemplo Venezuela".
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) picó en punta en cuestionar la creación del llamado “Observatorio”. Y los rechazos fueron creciendo.
Hernán Lombardi, extitular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, afirmó: "Patrullar las ideas. Disciplinar pensamientos. Censura encubierta. Los objetivos del Nodio. Los populismos sin plata se vuelven autoritarios. Que retrocedan en esta locura depende de la movilización de todos los argentinos que amamos la libertad".
En el mismo sentido se expresó el jefe del bloque de senadores del PRO, Humberto Schiavoni. "El observatorio Nodio es un intento de censura claramente inconstitucional que merece nuestro más enérgico repudio. Es inadmisible que el Gobierno ataque de esta manera a la libertad de prensa y de expresión".
El exsecretario de Tecnologías de la Información durante la gestión macrista, Héctor Huici, fue más allá y sostuvo que "el problema no es Nodio. Es la misma Defensoría del Público. Organismo innecesario y que solo sirve para rentar militancia. Debe ser eliminado, como propuse en un proyecto de ley".
Desde la UCR, el diputado Miguel Bazze expresó: “El Observatorio Nodio es un organismo creado para impedir la libertad de expresión de los argentinos. La decisión del gobierno de Alberto Fernández es un gravísimo e inaceptable atropello autoritario, propio de gobiernos antidemocráticos”. Y el diputado y jefe de la UCR nacional, Alfredo Cornejo, expresó que “el control a los medios de comunicación de la mano de un organismo del Estado es gravísimo. Es un ataque a la libertad de expresión de la mano de una política de persecución solo vista en los gobiernos dictatoriales. No es por ahí”.
El macrista Cristian Ritondo sostuvo que "este gobierno tiene un cepo para todo, también para controlar a la prensa. El poder de turno no debe decidir qué información llega a los ciudadanos". Y el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, sentenció: “El Observatorio le hace mucho daño a la libertad de expresión". ■
“Los países que tienen leyes contra ‘el discurso del odio’ son, por ejemplo, Venezuela”.