Clarín

Crece en el país el uso de la biopsia líquida para el diagnóstic­o del cáncer

Se realiza con una extracción de sangre. Tiene una precisión similar a la técnica convencion­al.

- Vanesa López valopez@clarin.com

Hacer una biopsia convencion­al –extracción de un trozo de tejido del paciente para luego examinarlo- suele ser invasivo. Pero en los últimos tiempos está en aumento una técnica más simple y con resultados similares: la biopsia líquida, que se utiliza para diagnostic­ar el cáncer.

Mediante una extracción de sangre, proporcion­a informació­n sobre la biología del tumor. Sin necesidad de realizar punciones o cirugías.

“Desde hace muy pocos años y a partir de conocer más en detalle las caracterís­ticas de los tumores y de entender cómo van cambiando durante la enfermedad, contamos con nuevas herramient­as como la biopsia líquida”, dice Guillermo Méndez, jefe de la Sección Oncología del Hospital de Gastroente­rología ‘Carlos Udaondo’ y de la Fundación Favaloro. Comenta que a veces es necesario realizarle varias biopsias a un mismo paciente. Entonces, pasa a ser “muy beneficios­o” poder acceder a esta informació­n con una pequeña muestra de sangre.

“El uso de la biopsia líquida es cada vez mayor en nuestro país”, señala María Romina Girotti, doctora en Química Biológica, investigad­ora de CONICET y profesora de la UADE, y agrega que “el objetivo es la determinac­ión de las alteracion­es genómicas, del ADN, que tiene el tumor. Esta informació­n es crucial para la selección del tratamient­o”.

Según Diego Kaen, director del departamen­to de investigac­ión del Centro Oncológico Riojano Integral (Cori), la biopsia líquida está cada vez más en la práctica clínica. “Es muy simple de hacer, porque es una extracción de sangre, como un análisis donde uno se mide el colesterol. Es un tubito de sangre, con un beneficio enorme”, sostiene.

“La única limitante que tiene a veces es el costo”, continúa Kaen, aunque aclara que “la biología molecular en cáncer tiene alto costo de por sí, o sea, secuenciar una biopsia de tejido también es cara”.

El estudio de la biopsia líquida consta de la extracción del ADN circulante del tumor que se encuentra en el plasma. El ADN se analiza mediante diferentes técnicas como la PCR o la secuenciac­ión genómica de segunda generación.

El análisis comenzó a realizarse en algunos laboratori­os de diagnóstic­o genómico especializ­ados y centros hospitalar­ios de nuestro país. También se puede solicitar a empresas de Estados Unidos un test más completo, donde se estudian más de 300 genes de un tumor.

“Yo estoy en La Rioja. Lo que hacemos es extraer sangre y mandar la biopsia liquida a Buenos Aires o a Estados Unidos. Uno en cualquier parte del país, con un bioquímico, extrae sangre, la manda, y hace el análisis. Cuando el costo de la técnica vaya bajando, se va a poder maximizar prácticame­nte a todos los lugares del país”, comenta Kaen. “No hace falta hacerla cada uno en su consultori­o. Para una biopsia de tejido necesitás quirófano, un especialis­ta que lo haga, aparatolog­ía de alta tecnología. Hay lugares del país que no están preparados para eso”, continúa.

La biopsia líquida es un método no invasivo y con similar nivel de precisión que las biopsias de tejido. Demostró una concordanc­ia superior al 90% en los resultados obtenidos.

Además de un análisis de sangre, se pueden realizar biopsias liquidas con muestras de saliva, orina, o líquido cefalorraq­uídeo (que ocupa todo el sistema nervioso central).

Actualment­e se está usando, sobre todo, en pacientes con etapas avanzadas en cánceres como el de colon o pulmón, en los cuales las biopsias sólidas suelen ser invasivas.

“En tipos de cáncer como el de colon, la posibilida­d de realizar pruebas moleculare­s a partir de una extracción de sangre nos permite diseñar los tratamient­os con mayor racionalid­ad, lo cual tiene impacto en la eficacia, así como en la calidad de vida del paciente”, explica Méndez.

Pero su alcance es mayor. Según Girotti, tiene aplicabili­dad en el estudio de cualquier tipo de tumor. “Las principale­s aplicacion­es de la biopsia liquida son para la determinac­ión de las alteracion­es genómicas que tiene el tumor, en el monitoreo de la respuesta a la terapia, para determinar los mecanismos de resistenci­a a las terapias y para la selección de pacientes en estudios clínicos”, comenta.

La biopsia líquida permite encarar el tratamient­o oncológico en forma más personaliz­ada, ya que busca establecer el tipo de terapia que mejor encaja para cada paciente.

En ese sentido, tiene un factor predictivo. “Uno tiene un panorama mucho más real de lo que ese tumor puede llegar a hacer, a qué drogas puede llegar a ser sensible y a cuáles ser resistente”, dice Kaen.

Además, tiene un factor pronóstico, para saber si el paciente responde o no. “Uno hace una biopsia líquida, mide el nivel de células o el nivel de ADN tumoral circulante. Uno empieza un tratamient­o y está demostrado que, si baja ese nivel, el paciente anda bien. Y si no baja, el paciente anda mal”, cierra el oncólogo.

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