Nadal: “No sé si soy el mejor y tampoco me importa mucho”
Rafa valora el triunfo por el esfuerzo de haber jugado en pandemia y no hace planes: “Seguir adelante”.
Rafa Nadal. De él se trata. El del 20 Grand Slam, el de los 13 Roland Garros. El que acaparó la atención de los fanáticos del tenis y compartió portadas de lues con Lewis Hamilton y LeBron James. El zurdo mallorquí que ayer mismo volvió a Mallorca después de los actos protocolares que impone la organización, concluida la tradicional foto con el trofeo en la terraza de las tiendas Lafayette y la rueda de prensa. Tan atípica como los días que tocan vivir. Teleconferencia y una definición en un aparte con cuatro medios españoles: “No sé si soy el mejor y tampoco me importa mucho. Soy feliz con mi carrera”. Como para no serlo, aún cuando sigue visiblemente afectado por las consecuencias del coronavirus. Ganó Rafa. Habló Nadal.
-¿Qué te motiva más: ganar títulos o sobreponerte a las dificultades?
-Al final lo que te ilusiona es un poco todo. Ganar es por lo que juegas. En el deporte de alta competición, lo que cuenta es la victoria. Eso es una realidad. Pero a la victoria le uno una satisfacción personal mucho mayor, porque he tenido que hacer sacrificios en ciertos momentos para lograr el objetivo.
-Se te vio muy afectado al hablar de la pandemia durante el torneo. ¿Cómo viviste el confinamiento?
-Con tristeza. Soy una persona sensible y cuando veo tanto sufrimiento, tantas muertes, tantas personas pasándolo mal... Lo pasé mal. En un momento dado dejé de ver las noticias porque me generaban un estado de tristeza que no era sano. Lo estoy viviendo con preocupación, ahora que parece que las cosas no van de nuevo de la manera adecuada. Y confiando en que esta pesadilla se termine cuanto antes y que la gente pueda volver a vivir en un mundo más agradable y más feliz.
-Habló de dificultades físicas durante el confinamiento en la rueda de prensa posterior al triunfo. ¿Qué le ocurrió?
-Después del confinamiento estaba mal: fueron muchas semanas entrenando muy poquito. Tenía pocas posibilidades de entrenar de la manera en que me hubiera gustado, sobre todo los primeros dos meses después del confinamiento. El cuerpo se resintió un poco de todo el parata. La realidad es que para cuerpos con muchos kilómetros encima como el mío, un parón drástico hace que la vuelta a la normalidad del trabajo sea mucho más complicado. En mi caso, desgraciadamente el cuerpo respondió mal durante unos meses y poco a poco se han ido enderezando las cosas. Fueron semanas duras.
-¿En qué cambió el Rafa que ganó por primera vez hace 15 años del que lo hizo el domingo?
-Lo que ha cambiado es la vejez (risas). Quince años de diferencia es lo único negativo de todo. Todo lo demás, las cosas básicas e importantes de mi vida, no han cambiado mucho. Sigo viviendo prácticamente en el mismo lugar, tengo los mismos amigos y la realidad es que mi modus vivendi cuando estoy fuera de los torneos ha cambiado relativamente poco.
-¿Dónde se imagina dentro de 15 años?
-No soy muy de hacer planes a tan largo plazo. Pero tengo muchas cosas entre manos: la Fundación, la Academia y otras muchas cosas que van a ir apareciendo. Con la ilusión de vivir experiencias nuevas, de aprender y de ver qué depara el futuro. A día de hoy sigo jugando al tenis. Veremos hasta cuándo.
-Ha tenido mucha repercusión la felicitación en redes sociales de Federer por alcanzar sus 20 Grand Slams. ¿Ha podido hablar con él?
-La verdad es que desde ayer el teléfono lo he utilizado para vosotros (los periodistas) básicamente. Desde la final no he tenido opción de nada, no he leído los mensajes. Empecé con radios, prensa, televisiones... Luego fui directamente a la cena y me metí en la cama, como te puedes imaginar. Me levanté esta mañana y desde entonces hasta ahora no he parado ni un segundo, haciendo fotos y atendiendo a vuestros compañeros. Más tarde o mañana intentaré ver lo que me han escrito y contestaré a todo el mundo.
Rafa habla de “esta mañana”. La primera como ganador de 20 grandes y el paso siguiente a un festejo casi íntimo en París. El español sólo tuvo contacto durante el torneo con Carlos Moyá y el fisioterapeuta Ramón Maymó, los únicos autorizados a acompañarlo en la burbuja sanitaria del hotel Pullman Paris Tour Eiffel Lo acompañaron en la cena íntima de festejo que hicieron en el Meliá Royal Alba donde esperaba Mery, la esposa del zurdo, su hermana Maribel, Rafa su tío homónimo, su agente de prensa y gente de algunos de sus patrocinadores. También hizo un video de agradecimiento para su cuenta de Instagram. “Y cenamos con buenos vinos”, contó, con picardía infantil.
Rafa ya está en Mallorca. “Sólo quiero descansar, jugar al golf y pasar por la Academia”, su escuela de tenis. ¿Qué viene ahora con el tenis? Lo más inmediato es el regreso a Francia para el torneo Paris-Bercy y después el Masters de Londres. Para ser más Nadal que nunca, sin que le importe ser el mejor.