Un DT campeón y un manager revolucionario sacudieron a la NBA
Uno festejó con Cleveland y LeBron James en 2016. Y el otro se alejó de Houston tras 14 años en la franquicia.
Apenas horas pasaron desde que la NBA terminó su temporada con Los Angeles Lakers y LeBron James campeones, pero los movimientos de cara al futuro en el resto de la liga ya se ven y dos muy importantes acaban de ocurrir: la renuncia como manager de Houston de Daryl Morey, un gran responsable de la evolución del juego, y el acuerdo de Tyronn Lue, DT campeón con Cleveland y James en 2016, con Los Angeles Clippers.
La del ejecutivo de los Rockets fue la más impactante de las novedades de ayer: llevaba 13 temporadas en su cargo y 14 en total con el equipo. Aquel inicio en 2007 estuvo teñido de celeste y blanco: la primera contratación de Morey en Houston fue la de Luis Scola.
Después de la eliminación del equipo a manos de los Lakers, Morey se acercó al dueño de la franquicia, Tilman Fertitta, para comunicarle que tenía la idea de dar un paso al costado.
La del ejecutivo de los Rockets fue la más impactante de las novedades de ayer.
Ambos trabajaron en ese sentido para llegar a una salida prolija y, de hecho, el directivo continuará siendo una suerte de asesor mientras Houston busca a su nuevo entrenador tras la salida de Mike D’Antoni para alejarse definitivamente el 1° de noviembre.
“Liderar a esta organización fue la experiencia más gratificante de mi vida profesional”, aseguró Morey a través de un comunicado.
Morey tuvo una influencia directa en la manera en la que evolucionó el basquetbol en los últimos 15 años. Con su bagaje académico en Ciencias de la Computación y un master en Administración de Empresas, no sólo se hizo un lugar en la NBA sin haber jugado o entrenado nunca: también su enfoque terminó siendo adoptado por gran parte de la liga.
Amante de las estadísticas analíticas que proliferan en el juego, fue el cultor del tan mentado “small ball”, las formaciones que resignan la altura. Esa idea no fue tan adoptada como la otra, que definitivamente tomó por asalto al mejor basquetbol del mundo: la del tiro de tres puntos como arma mortífera y el sacrificio del “doble largo”, aquel que se tira fuera de la pintura.
De la mano de James Harden, a quien Morey contrató en 2012, y con más fuerza aun en el último lustro, los Rockets hicieron del triple su religión y, si bien no lograron un título, en los últimos seis años jugaron dos finales de conferencia y tres semifinales además de llevar a un séptimo partido al “súper” Golden State de 2018 con Stephen Curry y Kevin Durant a la cabeza.
Morey se dedicará por el momento a su familia y evaluará opciones para un eventual regreso a la NBA. De todos modos su legado ya está en marcha y no se detendrá por muchos años.
Por otro lado, después del golpazo que significó haber sido el equipo que mejor se reforzó para la temporada y ni siquiera llegar a la final de la conferencia, Los Angeles Clippers buscó torcer el rumbo y cortó la relación con su entrenador durante los últimos siete años: Doc Rivers.
Se confirmó que el sucesor será Tyronn Lue, que pasará a liderar al plantel en que se destacan Kawhi Leonard y Paul George y tendrá la misión de destronar a James, junto a quien consiguió en 2016 el título al darle vuelta -algo inédito en la historiala serie que perdían los Cavaliers por 3-1 con los Warriors.
Lue no es ajeno a la franquicia californiana: era uno de los asistentes del entrenador saliente, por lo que conoce al plantel. De hecho cuenta con el apoyo de los principales referentes del equipo, consultados al respecto durante el proceso de la búsqueda del reemplazante.
Suena curioso y en otras partes del mundo-o en otros ambientes deportivos-probablemente pasarían minutos antes de que se desatara una bola de acusaciones respecto a, como se suele decir en criollo, serrucharle el piso a quien fuera su inmediato superior, pero en la NBA es bastante habitual ver a los asistentes quedarse con el puesto del entrenador con el que habían trabajado hasta el momento. Sucede que la conformación de los cuerpos técnicos no es tan lineal como, por ejemplo, en el fútbol.
Uno de sus potenciales asistentes podría ser Chauncey Billups, campeón y MVP de las finales de 2004 cuando Detroit venció sorprendente mente a los Lakerspor4-1.