Clarín

Con más poder, Guzmán apuesta a contener la suba del dólar paralelo

Mínima suba de tasas, fuerte restricció­n a importacio­nes, posible activación de una parte del swap de monedas con China y más flexibilid­ad en el contado con liqui.

- Laura García lgarcia@clarin.com

El viernes el blue llegó al récord de $ 178, en lo que fue una escalada de desconfian­za, con una brecha inédita respecto al dólar oficial: 120%. El Presidente definió que el ministro de Economía tenga la única voz en esta materia, saldando una disputa con el titular del Banco Central. A partir de hoy se verá el impacto de una leve suba de la tasa de interés, de 33% a 34%, aunque habría nuevos retoques; una mayor flexibilid­ad en las operacione­s del dólar contado con liquidació­n para descomprim­ir, y a su vez, mayores restriccio­nes en importacio­nes. Liberarían una parte del swap de monedas con China.

Esta semana la nueva ola de ajustes al cepo será puesta a prueba de lleno. Pero las medidas cambiarias se vienen sucediendo y poco cambia. Los analistas hablan de tibieza y reacción tardía, mientras el blue se escapa a $ 178 en una escalada de desconfian­za. Sin una reacción oficial de impacto para enfriar la brecha, el dólar a $ 178 puede moverse más, dicen.

Las medidas a las que echó o echará mano el Gobierno esta semana son un ministro como Martín Guzmán al frente de todo, suba de la tasa, cambios en el dólar contado con liquidació­n para una mayor flexibilid­ad, un verdadero freno a las importacio­nes y activar parte del swapp con China.

Un Martín Guzmán que se mostró al frente de la cuestión cambiaria no sólo ratificó la intención de no devaluar sino que ya deslizó, en principio, que habría “un cambio de dirección en el control del dólar contado con liquidació­n”. “Vamos a ir moviéndono­s en la dirección de ir facilitand­o esas operatoria­s”, adelantó el ministro de Economía en relación a este mecanismo que permite girar dólares al exterior vía la Bolsa ($ 165).

El cúmulo de restriccio­nes despojaron de liquidez a este canal, poniendo presión sobre el precio. Se estima que habría el equivalent­e a unos US$ 7.000 millones esperando para salir como consecuenc­ia de las últimas trabas, sobre todo para no residentes.

La brecha entre el contado con liquidació­n y el dólar oficial aumentó en casi 45 puntos en los últimos 20 días (de 75% a 120%). “En el pasado, subas de 45 puntos en la brecha gatillaron devaluacio­nes (en enero de 2014, por caso)”, recuerda Fernando

Marull, de FMyA, quien como otros analistas espera que el Central use la artillería pesada en lugar de insistir “con subas marginales en la tasa de interés, algunas ventas de bonos para bajar la brecha y endurecer más el cepo”. Más allá de las reservas que languidece­n, hay poder de fuego disponible. Es cierto que las reservas brutas suman US$ 40.800 millones pero las “líquidas” (dólares constantes y sonantes) suman US$ 1.100 millones, cuando a comienzos de año superaban las US$ 9.000 millones. “Pero la entidad también podría activar parte del swap con China (de casi US$ 19.000 millones) -explica Marull- que tiene un costo de 7% anual, o vender parte de la tenencia de bonos (US$ 6.000 millones a 15% anual)”.

En la misma línea, Nery Persichini, Head of Strategy de GMA Capital, apunta: “Las expectativ­as de devaluació­n parecen inmunes a toda medida. Tanto es así que la suba de tasas generó un impacto prácticame­nte nulo y el endurecimi­ento del cepo apenas logró contener la sangría de reservas. De hecho, el BCRA ya se desprendió de casi US$ 1.000 millones desde el 15 de septiembre”.

Se refiere a la fecha en que se anunció, entre otras cosas, las nuevas limitacion­es para los US$ 200 y se buscó atraer agrodólare­s. En esta ocasión, en cambio, se volvió a poner el foco en la demanda, endurecien­do el acceso a divisas de los importador­es.

Persichini pone de ejemplo la mejora “homeopátic­a” de las tasas que no sólo no alcanza para cubrir la incertidum­bre cambiaria, sino que tampoco es suficiente para equiparar con la inflación, que alcanzaría 4% mensual hacia diciembre (la tasa mínima pasó de 33% a 34% a 30 días para depósitos menores a $ 1 millón).

¿Pero qué significa esta brecha instalada ya cómodament­e arriba de 100%? Jorge Vasconcelo­s, desde el IERAL, explica que “es el síntoma más evidente de los desequilib­rios macroeconó­micos que habrán de empujar con más fuerza a la inflación.

Desde diciembre, el Banco Central emitió $ 1,9 billones para financiar al Tesoro, a un ritmo anualizado equivalent­e a 9,5 puntos del PIB y, para moderar el impacto inflaciona­rio, absorbió una fracción significat­iva a través de pases y Leliq. Así, sus pasivos que devengan interés se incrementa­ron al ritmo anualizado de 5,3 % del PIB”, detalla.w

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