El difícil desafío de reencauzar la economía y bajar la polarización
El futuro gobierno encontrará una Bolivia golpeada por el coronavirus y una sociedad partida por una profunda grieta política y social. La tarea será ardua.
El próximo presidente de Bolivia enfrentará un camino sinuoso. Después de un año de profunda crisis política tras las tumultuosas elecciones de octubre de 2019, agravada por el golpe del coronavirus, al país no le resultará sencillo recuperar su cauce. El gobierno que asumirá en enero deberá tomar medidas para frenar una abrupta caída de la economía. Pero antes, será esencial garantizar cierta estabilidad y paz social que permita sentar las bases para gobernar, en un país dividido por una grieta abismal.
El notable crecimiento que había logrado Bolivia durante el gobierno de Evo Morales, que cuando asumió en 2006 dio un fuerte giro a la política económica con la nacionalización de los hidrocarburos -favorecida por los altos precios de las materias primas que exporta el país, especialmente gas, petróleo y otros mineralesya comenzaba a frenarse en los últimos años. Y la crisis global por la pandemia terminó de hundir las cifras.
La tasa de desempleo en las ciudades se disparó del 6,6% al 10,5% entre enero y agosto, según datos oficiales, fundamentalmente por la cuarentena decretada desde marzo por el gobierno interino de Jeanine Añez.
Durante el gobierno del MAS -que terminó abruptamente en noviembre del año pasado luego de casi 14 años de relativa estabilidad- Bolivia impulsó un modelo económico que priorizó la explotación de los recursos naturales del país, pero varios economistas critican que no se diversificara el aparato productivo.
El crecimiento del PBI registró su pico en 2013 con 6,8%, y durante los años de Evo se mantuvo en un promedio de 5%. La bonanza permitió reducir la pobreza del 60% al 37,2% y la pobreza extrema de 38,2% a 12,9%, según datos oficiales, con Luis Arce al frente del Ministerio de Economía.
Además de una notable redistribución de la riqueza, el gobierno logró traducir estos ingresos en importantes mejoras de infraestructura, la construcción de grandes edificios y el moderno teleférico de La Paz.
Pero el crecimiento inició una caída gradual desde 2014. En 2019 la expansión del PBI fue de 2,2%, pero para 2020, por la pandemia, se estima una caída de 6,2% según el Banco Central boliviano y el FMI. Otros pronósticos son aún más pesimistas.
“Las previsiones son muy duras. Los precios del gas y del resto de las materias primas son mucho más bajos que en el pasado. Los mercados negocian desde una posición ventajosa y durante los 14 años anteriores no buscamos alternativas de exportación para compensar los momentos críticos”, explicó a Clarín el analista político Hernán Terrazas desde La Paz. “Y estará la dificultad que supondrá asegurar la gobernabilidad en un escenario de fuerte confrontación”.
Ese será el otro inmenso reto. Apaciguar la profunda polarización que marcó no sólo este último año, sino que se arrastraba de tiempo atrás, cuando el descomunal apoyo que había logrado Evo Morales -en 2009 fue reelegido con más del 64% de los votos y en 2014 con el 61%- comenzaba a desmigajarse, entre acusaciones de corrupción y el rechazo de una parte importante de la población a manejos que consideraba autoritarios.
“El próximo gobierno deberá asumir una crisis múltiple y simultánea”, explicó a Clarín la socióloga Erika Brockmann: “Una crisis económica, de salud y por supuesto una crisis política y social muy fuerte. Se requerirá de un espíritu que vaya a la construcción de pactos y acuerdos”, señaló, sobre todo porque es posible que ninguna fuerza política logre mayoría absoluta en el Parlamento.
El futuro presidente deberá acercarse a las organizaciones sociales y sindicales, que tienen gran poder de movilización, tal como mostraron en sus bloqueos de rutas. Necesitará una fuerte cintura política y rodearse de un gabinete que pueda tejer alianzas para descomprimir la encrucijada en que está atrapado el país. ■
Por la crisis que dejó la pandemia, se estima que el PBI del país caerá este año más del 6%.