Clarín

Llega una segura candidata al Oscar

La película analiza la farsa judicial contra militantes en desacuerdo con la Guerra de Vietnam, en 1968. Y tiene uno de los mejores castings que se recuerde, con las actuacione­s de Sacha Baron Cohen, Eddie Redmayne y Mark Rylance, entre otros.

- Pablo O. Scholz pscholz@clarin.com

Crítica Muy buena

Drama. EE.UU., 2020. Título original:

“The Trial of the Chicago 7”. 130’.

SAM 13. De: Aaron Sorkin.

Con: Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen, Mark Rylance. Disponible

en: Netflix.

Puede ser que usted haya visto muchas películas judiciales, de “juicio con jurado”. De 12 hombres en pugna, a Será Justicia,o El poder de la Justicia (Coppola bajaba los techos del recinto cada vez que avanzaba el juicio, para que se sintiera esa opresión sobre los jurados…). Y El juicio de los 7 de Chicago que Netflix puso en pantalla le hará experiment­ar distintos sentimient­os: irritación, pero también placer, enojo y gozo.

Vaya a saber si las palabras fueron dichas así por los personajes reales. “Nos juzgan por lo que somos, no lo que hicimos”, “Nos manifestam­os pacíficame­nte cada cuatro años” (mediante el voto electoral), y “Es la primera vez que me juzgan por mis ideas”. No por nada será que las mejores líneas de diálogo, ésas que quedan repiquetea­ndo en la cabeza, las tiene el personaje de Sacha Baron Cohen, que es productor asociado.

Aaron Sorkin (la serie West Wing; Oscar por el guion de Red Social) es un gran guionista, un supremo redactor de diálogos. Sorkin hace de la palabra su principal estandarte. Y no está mal, más en un filme acerca de un real -pero increíble- juicio en el que los acusados tienen casi mínima esperanza de no ser condenados.

Es que el juicio parece tener su sentencia antes de iniciado. 1968. Acaba de asumir Richard Nixon la presidenci­a de los Estados Unidos, y se “arma” este juicio a 8 sospechado­s de haber iniciado ataques a la policía cuando, ante la Convención Demócrata en Chicago, marcharon para pedir por el fin de la guerra en Vietnam.

Los acusados son estudiante­s universita­rios, un líder de un movimiento vecinal, algún Pantera Negra, un par de hippies. Y hablando de juicio, el juez (Frank Langella) parece haberlo perdido hace rato. Es, sí, un filme judicial, un aparente thriller encubierto con apuntes de comedia mordaz, si se puede hacer humor de un hecho real tan increíble como el del armado de un juicio con finalidad exclusivam­ente política. Sorkin ya había escrito el guión de Cuestión de honor, con Tom Cruise, Demi Moore y Jack Nicholson, así que sabe lo que es enfrentar a testigos y abogados, ir llevando los diálogos en un estrado a un límite, y juzgar con la intriga de qué y cómo va a replicar uno u otro.

La posición del director es clara en el sentido de que tiene a los buenos y a los malos sentados de un lado y del otro del recinto, pero afortunada­mente cuela y con suspenso- qué fue lo que verdaderam­ente sucedió entre los acusados esos días de la Convención demócrata. El juicio... se estrena ahora, en tiempos de #BlackLives­Matter, y aunque la rodó el año pasado, no se puede dejar de mirarla con los ojos en el presente.

Con todo esto, está claro que El juicio... cuadra como un guante en el (¿renovado?) gusto que propicia la Academia de Hollywood, por lo que muy probableme­nte sea una de las 10 películas candidatas al Oscar. Faltan 6 meses para la entrega del premio, pero difícil que se le escape el de mejor libreto original.

El filme tiene uno de los mejores castings, la elección de los actores para cada papel es perfecta, por lo que difícil que el SAG, el sindicato de actores, no le entregue el premio al mejor ensamble. La conciencia -esa vocecita que desde Pepe Grillo en Pinocho anida en muchas produccion­es de Hollywood, y que si no se hace muy evidente surte mejores efectos- está allí encarnada en un personaje que no vamos a develar, pero que el espectador más o menos observador lo va a descubrir de inmediato.

Frank Langella es un maestro de la actuación y en la piel del juez Hoffman da una clase. Es muy fácil odiarlo, claro, pero el actor que fue Drácula y sigue siendo una gloria de Broadway cumple uno de los muchos estupendos trabajos en el filme, al lado de Mark Rylance, el mencionado Baron Cohen, Joseph Gordon-Levitt, Eddie Redmayne o el eterno secundario John Carroll Lynch. Y me quedo corto.

 ??  ?? Plena Era Nixon. La trama transcurre en los convulsion­ados fines de los ‘60. Nixon volvería a cobrar protagonis­mo con el Caso Watergate.
Plena Era Nixon. La trama transcurre en los convulsion­ados fines de los ‘60. Nixon volvería a cobrar protagonis­mo con el Caso Watergate.

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