Ramos Padilla sentó precedentes jurídicos peligrosos para el periodismo
Reiteró que periodistas ejercieron “operaciones de acción psicológica” sobre funcionarios o empresarios K.
El fallo del juez de Dolores Alejo Ramos Padilla, que amplió los procesamientos del fiscal Carlos Stornelli y el periodista de Clarín Daniel Santoro, sentó una serie de precedentes jurídicos peligrosos para el ejercicio del periodismo profesional, libertad de expresión y el derecho al acceso a la información pública.
Como dijo Marcelo Longobardi en radio Mitre el fallo “se articula” con la creación del observatorio de medios estatal Nodio y la ofensiva K sobre la Justicia para intentar favorecer la situación procesal de la vicepresidenta Cristina Kirchner. La resolución del juez Ramos Padilla usa conceptos como “lavado” de información, como si las noticias fueran dinero negro, la utilización de la prensa para realizar “Operaciones de Acción Psicológica”, como las dictaduras, y asume un rol paternalista como si las audiencias fueran fácilmente influenciables para perjudicar el gobierno de Cristina Kirchner, sin nombrarlo. Por estos conceptos, el prestigioso Comité de Protección de Periodistas de Nueva York pidió al juez que retire los cargos contra Santoro. El fallo fue criticado por la Academia Nacional de Periodismo, FOPEA, ADEPA y decenas de legisladores nacionales, entre otras voces, por los riesgos que supone que otros jueces en el futuro apliquen estos criterios para criminalizar el ejercicio del periodismo. Contiene citas del filósofo francés Michel Foucault, el preferido del ex miembro de la Corte y defensor K, Eugenio Zaffaroni.
En su fallo, Ramos Padilla afirma falsamente y sin prueba alguna, que el falso abogado Marcelo D’Alessio comandaba reuniones con Stornelli, Santoro o el fiscal Ignacio Bidone, entre otros, para “planificar” estas acciones y presionar a ex ministros de Cristina o empresarios K. Se basa en un informe de la Comisión Provincial d la Mevo moria, que preside el premio nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, que hizo un análisis de contenido de notas de más de 20 periodistas que tenían a D’Alessio como fuente e imputó responsabilidades penales a Santoro, Jorge Lanata, Luis Majul, Gusta
Grabia, Nicolás Wiñazki, Rodrigo Alegre, Rolando Graña y Guillermo Laborda, entre otros. El último análisis de contenido de los medios lo hizo el represor general Ramón Camps contra La Opinión de Jacobo Timerman.
Por un lado, señala el juez “los medios eran necesarios para “blanquear” la información producida y obtenida en forma ilícita. La organización –y, en particular, Marcelo D´Alessio– buscaba generar". Los periodistas no blanquean sino que confirmaban y publicaban noticias. Por otro lado, "la publicidad y difusión en medios de prensa de noticias a partir de la información reunida y analizada con técnicas de espionaje –falsas o no–, constituía una etapa muy útil para llevar adelante las operaciones de acción psicológica”. “Un gran número de periodistas que participaron de estas acciones pudieron haber realizado su aporte al plan delictivo ideado y llevado a cabo por la organización desconociendo el carácter espurio de la información que ayudaban a difundir y de que formaban parte de una operación compleja de inteligencia”, señaló. “El periodismo fue central en la implementación de estas estrategias. Al difundir
Para el juez, el periodista que busca una primicia “presiona” y “lava” información.
determinada información –fuera ésta verdadera o falsa– en deteminados momentos y por medios específicos, se enviaba un mensaje destinado a producir un efecto particular, ya fuera en una persona o en la opinión pública”, finaliza.w