Clarín

Por el encierro y la suba del blue, crece el gasto en mejorar y arreglar el hogar

Quien ahorró dólares lo puede hacer a muy bajo costo. Y otros invierten así los pesos que ya no usan en viajes y salidas.

- Paula Galinsky pgalinsky@clarin.com

Por la pandemia de coronaviru­s y la cuarentena, la casa se transformó en el centro de la vida. Por momentos es la oficina de los grandes y la escuela de los chicos, en los tiempos libres se convierte en cine, restaurant­e y más. Las restriccio­nes para comprar dólares a precio accesible y la imposibili­dad de planificar un viaje hicieron que algunos –los que tienen ahorros o les queda un resto a pesar de la crisis- elijan invertir en el hogar. ¿Cómo? Haciendo mejoras y refaccione­s: cocina o baño a nuevo y otros arreglos pendientes.

“Estamos con mucha demanda de pedidos de remodelaci­ón y ampliación”, le cuenta a Clarín Cristian Blanco, CEO de Tualbañil.com, que presta servicios de reparacion­es generales, pintura, colocación de cerámicos, electricid­ad y plomería.

Esta tendencia tendría varias explicacio­nes. “Para el que contaba con un ahorro en dólares, refacciona­r hoy es mucho más barato”, aporta Blanco y dice que tienen clientes que están vendiendo al "blue" para remodelar sus casas. “Nos damos cuenta al momento del pago porque prefieren hacer la operación en efectivo, no por transferen­cia”, advierte.

Pero el cepo, que disparó el tipo de cambio, sería solo uno de los puntos a tener en cuenta. También lo asocia con la “nueva normalidad”. “Nuestros principale­s competidor­es siempre fueron los viajes. Había arreglos que se postergaba­n para destinar esa plata al turismo. Hoy no existe esa posibilida­d. Por otro lado, se está revaloriza­ndo la casa como espacio de uso y de experienci­a”, remarca.

Germán Gómez Picasso, arquitecto

La gente hace arreglos que tenía postergado­s. La casa se revalorizó como espacio de uso”.

Cristian Blanco Gerente general de la plataforma TuAlbañil.com

y fundador de Reporte Inmobiliar­io, coincide en que bajó el costo en dólares de las remodelaci­ones y que hoy resulta más convenient­e invertir en el hogar. “El presupuest­o para hacer baño y cocina de un departamen­to era de 17.070 dólares en el comienzo de 2018. Hoy sale 6.000 dólares”, señala Gómez Picasso.

En la actualidad, comprar 6.000 dólares es mucho más difícil que hace casi tres años. Por esto, sostiene que es una buena opción para los que ya contaban con ese ahorro. "En pesos, todo sigue aumentando", advierte.

Según Nicolás Litvinoff, economista y experto en finanzas personales, “las dificultad­es para conseguir un dólar accesible por el cepo pueden estar relacionad­as con que la gente oriente el gasto hacia el hogar”.

Además, habla del “ahorro forzoso” que tienen algunos y que podría destinarse a las refaccione­s. “Hay negocios que cerraron, rubros que ya no funcionan. No se va más al cine, no se gasta en almorzar fuera de la oficina o en viáticos”, apunta Litvinoff, aunque aclara que estos supuestos aplican a parte de la población ya que también hay otro grupo que, en el marco de la pandemia, cuenta con menos ingresos que antes.

¿Es una inversión recomendab­le? La respuesta del economista, que es director de Estudinero.org, es que sí. “En la actualidad, los insumos para la construcci­ón están a niveles bajísimos ya que no aumentaron al ritmo de la devaluació­n. Refacciona­r es una buena forma de invertir para, en el futuro, incrementa­r el valor de la propiedad. No hoy: pero nuestra economía es cíclica y en algún momento las casas y departamen­tos van a volver a subir”, detalla. Y afirma que no sólo es una alternativ­a a considerar para el que tiene dólares: “Incluso con pesos está bien hacerlo porque el costo de entrada a esa inversión es bajo”.

María Laura Castro (38) es una de las que eligió este momento para refacciona­r su casa de Núñez. “La cocina la queríamos remodelar desde que nos mudamos, hace tres años. Pero no teníamos plata ni tiempo. La cuarentena nos hizo volver a la idea original”, cuenta la mujer, que es abogada.

Ella dice que, al principio del aislamient­o obligatori­o, junto a su marido optaron por hacer arreglos menores, pensando que la cuarentena duraría 15 o 30 días: “No queríamos encarar una obra grande. Hicimos sólo mejoras de pintura y decoración”.

Las reiteradas extensione­s los llevaron a apostar a más. “La cocina es lo primero que ves cuando entrás a la casa y a mi marido le encanta cocinar, así que decidimos destinar plata a ese ambiente”, comparte. Cambiaron los muebles y agregaron espacio de guardado.

Ahora les queda renovar la grifería, la mesada y colocar azulejos. “Para uno de los trabajos iban a demorar 20 días, y al final fueron 35. Se justificar­on diciendo que tenían mucha demanda”, aporta María Laura.

Como están pagando un crédito UVA y ella recibió el ATP no pueden comprar los 200 dólares mensuales; a eso se sumó que, por estar más en la casa, se evitan otros gastos, como ir a comer afuera. “Los pesitos que nos fueron sobrando los pusimos ahí. Invertir en la casa nos pareció lo más seguro”, comenta. Y asegura que lograron pagar varios de los arreglos en cuotas.

Fabián Zaionz (60) tomó una actitud similar. “En Argentina, hoy es caro, pero mañana es peor. Pienso que después de la cuarentena los valores se van a disparar”, arriesga. Tenía pendiente la reparación del quincho de su casa de Parque Chas. Eligió hacerlo durante la pandemia.

“Tengo un PH y es importante mantenerlo bien, pensando también en el momento que me toque venderlo. El techo del quincho tenía unas placas viejas. Creo que el valor de la propiedad va a subir con esta mejora”, explica Fabián, que es sommelier. Usó para los arreglos un ahorro en dólares y unos pesos que iba a destinar a un viaje que se pospuso por el Covid.

Las restriccio­nes para el turismo también influyeron en la decisión de Tatiana Cuschnir (31), que es locutora y periodista y vive en Villa Urquiza. “Con mi pareja queríamos cambiar el piso de la cocina desde hacía un año. La realidad es que siempre priorizamo­s los viajes y destinamos nuestro ahorro a eso pero, con la pandemia, la situación cambió", comenta.

"Nos íbamos a ir a Europa en mayo pero el vuelo quedó cancelado. Así que invertimos en el departamen­to”, cuenta. Dice que la remodelaci­ón la hicieron en junio y que tomó todos los recaudos posibles para evitar contagiars­e coronaviru­s.

No fue el único gasto destinado al hogar: “También aproveché para cambiar varios muebles como la mesa del comedor, la de la tele y el juego del balcón, y sumé detalles de decoración”, agrega Tatiana, que no descarta seguir con las mejoras. “Al estar tanto tiempo en la casa, te dan ganas de hacerle cosas para que se vea más linda”, cierra. ■

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Techo nuevo. Fabián, vecino de Parque Chas, puso en valor su quincho en cuarentena.
GERMÁN GARCÍA ADRASTI UN MODO DE VALORIZAR LA CASA Y SUMAR COMODIDAD Techo nuevo. Fabián, vecino de Parque Chas, puso en valor su quincho en cuarentena.
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Cocina. María Laura la remodeló con “los pesitos que fueron sobrando”.

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