Sudán se suma a Emiratos y Baréin y acuerda normalizar relaciones con Israel
Fue determinante la mediación de EE.UU., que lo sacó del grupo de países que apoyan el terrorismo.
Sudán se suma a Emiratos Árabes Unidos y Baréin y establece relaciones diplomáticas con Israel gracias a la intervención de Estados Unidos, cuyo gobierno medió e impulsó los pactos con estos tres países árabes, que cambian el marco de relaciones y el tradicional aislamiento regional del Estado judío.
“Los líderes acordaron la normalización de las relaciones entre Sudán e Israel y poner fin al estado de beligerancia entre sus naciones”, señaló un comunicado difundido por la Casa Blanca, que agregó que esta decisión “contribuirá a la seguridad regional y habilitará nuevas oportunidades para los pueblos de Sudán, Israel, Oriente Medio y África”.
Minutos antes del anuncio del acuerdo, el presidente estadounidense Donald Trump firmó una orden ejecutiva para sacar a Sudán de la lista de países patrocinadores del terrorismo, una medida que durante los últimos meses muchos analistas destacaron era condición para la normalización con Israel.
Desde la caída del régimen de Omar al Bashir en abril de 2019, Sudán ha estado gobernado por una administración de transición en el que militares y civiles comparten el poder hasta las elecciones previstas para 2022. Este gobierno de transición está enfrentando a dificultades económicas con una fuerte depreciación de la libra sudanesa, por lo que pidió a Estados Unidos que retire a Sudán de la lista de países que apoyan el terrorismo, considerado como un obstáculo para las inversiones.
La importancia del acuerdo con Ispaz rael radica, justamente, en su carácter regional. No solo por ser Sudán el tercer Estado árabe en anunciar el establecimiento de lazos diplomáticos con Israel en poco más de dos meses, sino por la enemistad que había marcado el vínculo entre ambos países hasta ahora, a diferencia de los fuertes lazos extraoficiales que existían desde hace años con los Estados del Golfo Pérsico.
En un comunicado posterior al anuncio, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hizo referencia a la recordada cumbre de la Liga Árabe en Jartum tras finalizar la Guerra de los Seis Días en 1967, en la que los asistentes se comprometieron a no firmar la con Israel, no reconocerlo y no establecer negociaciones. “Hoy Jartum dice sí a la paz con Israel, sí al reconocimiento de Israel y a la normalización con Israel”, remarcó. Y calificó este acuerdo como el comienzo de “una nueva era” de paz con los países árabes, un “formidable cambio” de rumbo.
Según el comunicado de Washington, delegaciones israelíes y sudanesas se reunirán en la próximas semanas para “negociar acuerdos de cooperación” en áreas como tecnología, agricultura, aviación y migración, entre otras, mientras que Israel y Estados Unidos “se comprometieron a trabajar” para fortalecer la democracia en Sudán, así como la lucha contra el terrorismo y el extremismo.
El giro de Sudán no cayó bien entre los palestinos. La presidencia de la Autoridad Palestina dijo que “condena y rechaza” al “acuerdo para normalizar los lazos con el país de ocupación israelí que usurpa tierra palestina”. “Nadie tiene derecho a hablar en nombre del pueblo palestino y de la causa palestina”, agregó.
Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, fue aún más duro. “Se trata de un pecado político que perjudica al pueblo palestino y a su justa causa, perjudica también el interés nacional de Sudán y solo beneficia a Netanyahu”, afirmó Hazem Qasem, vocero del movimiento islamista.
Considerando la velocidad con la que avanza el establecimiento de lazos con Emiratos y Baréin, incluyendo intercambios de delegaciones y firmas de nuevos acuerdos, y el anuncio por parte de Netanyahu de que “los cielos de Sudán ya están abiertos hoy para Israel”, resulta probable que este nuevo vínculo diplomático progrese rápidamente. Tras haber incorporado a un nuevo socio regional, muchos en Israel consideran que el gran objetivo es la normalización con Arabia Saudita, gran potencia de Oriente Medio, y que, según dijo un oficial de Defensa israelí a un medio local, “pronto saldrá del armario”. ■