Cayó el prófugo por el crimen de la beba de 5 meses: “Sólo fueron dos tiros”
Fue la explicación del acusado a la familia de la víctima. La nena quedó en medio de un enfrentamiento.
Nada podrá reparar el dolor. El jueves Carolina había bajado a comprar pan con Lola, de 5 meses. Estaba pagando cuando sintió los tiros. Alcanzó a agacharse, pero ya era tarde. Su beba tenía un balazo en la cabeza. “A mi nadie me la va a devolver, aunque hayan agarrado a los hijos de puta esos”, expresó la mujer.
Por el crimen de Lola Jazmín Montero ya hay tres detenidos que ayer se negaron a declarar ante la Justicia. El último en caer fue Mariano D’ Acosta (28), un delincuente con prontuario al que en el barrio conocían como “Marianito”.
Al sospechoso lo detuvieron el jueves cuando andaba en bicicleta por Villa Domínico. Un rato antes tuvo el tupé de ir a pedirle “perdón” a la familia de Lola y justificarse con que “solo fueron dos tiros”, según contó Fernando, tío de la víctima.
A la bebé la mataron el jueves cerca de las 12.30 en el complejo habitacional Nicolás Avellaneda, ubicado en Manuel Estévez el 1000, en la localidad de Dock Sud, en Avellaneda. Allí se registró un tiroteo entre “Marianito” y al menos dos personas más: Iván Amarilla (21) y Hernán García (24). Los dos fueron detenidos durante la tarde del jueves.
Una versión es que los delincuentes eran integrantes de las barrabravas de Dock Sud y San Telmo, pero la familia de Lola sostiene que el enfrentamiento no fue una pelea entre hinchadas.
“Yo bajé a comprar el pan y ahora no la tengo más conmigo. Había cumplido cinco meses”, lamentó Carolina, que hace dos años había
perdido el embarazo de un varón. La mujer apuntó especialmente contra D’ Acosta, que es hijo de la dueña de la verdulería de la zona. “Fue por culpa de Mariano, él salió y a él le dispararon. Hace rato que lo
andaban buscando”, contó.
El nivel de violencia en esa zona del sur del Conurbano es tal que el crimen de Lola ocurrió después de tres noches en la que los vecinos escuchan tiros. “Es normal, van, hacen quilombo y se meten en la torre”, dijo la mamá de la víctima.
A D’ Acosta, que vive en la misma torre que los papás de Lola, lo habían ido a buscar durante los allanamientos en los que cayeron Amarilla y García, pero no lo encontraron. Estuvo varias horas prófugo y en ese lapso se presentó ante el padre de la bebé, José Montero (42), su hermano Fernando y otro hermano más para pedirles disculpas.
En ese momento les dijo la frase “solo fueron dos tiros”. El papá y los tíos empezaron a golpear al hombre, que logró escapar. La DDI de Avellaneda lo encontró a las 22.30 pedaleando por Villa Domínico.
“Los tres detenidos estuvieron en el enfrentamiento. Ellos tenían armas y, cuando agarrás un arma, sabés lo que vas hacer. Ellos mataron a mi sobrina”, dijo Fernando.
D’ Acosta había salido de la cárcel en julio de 2019. Estuvo preso
dos veces. La primera había sido en 2012 cuando recibió una condena a 3 años de prisión por robo, pero lo liberaron antes, en 2014. Volvió a caer en febrero de 2017 por “portación ilegal de arma de fuego y robo” y lo volvieron a soltar en julio de 2019.w