Pareto fue de plata en su vuelta luego de 14 meses
La campeona olímpica de 48 kilos buscará en Tokio 2020 retener el oro y despedirse con toda la gloria.
Paula Pareto pasó 14 meses lejos del tatami. Desde aquel séptimo puesto en el Mundial de Tokio de judo semanas después de no poder luchar por una medalla en los Juegos Panamericanos de Lima, la argentina no había vuelto a competir. En octubre de 2019 se operó de una hernia cervical y el coronavirus irrumpió cuando en marzo se preparaba para participar del Grand Slam de Ekaterinburgo y la pandemia la obligó a recluirse en nuestro país. Hasta ahora, que pudo viajar y hacer una de las actividades que más le gusta en su vida.
En Budapest la primera campeona olímpica de la historia del deporte argentino -logró esa hazaña en Río de Janeiro 2016- y 14° del ranking mundial y olímpico reapareció en un
Grand Slam y ganó la medalla de plata al perder la final de la categoría 48 kilos con la segunda judoca del mundo: la kosovar Distria Krasniqi.
Acompañada al costado del tatami por su inseparable entrenadora Laura Martinel, Pareto, de 34 años, superó a cada una de sus rivales hasta el combate decisivo.
La primera fue la belga Anne Jura, de 28 años y 43° del mundo, a quien venció por un ippon. Luego superó a la española Laura Martínez Abelenda -octava y de 21 años- también por un ippon para adjudicarse además el grupo D.
En las semifinales se encontró con la serbia Andrea Stojadinov, quien se había impuesto a sus dos adversarias del grupo C. En un combate cerradísimo Stojadinov arrancó con una penalización. Pareto, asimismo, fue penalizada cuando le dobló el hombro en una toma (enseguido le pidió perdón a su rival mostrando la preocupación de su otra faceta: la de una médica traumatóloga).
Antes del límite de tiempo, en la última oportunidad, Pareto consiguió el waza ari para ganarle a la 38° del mundo y 14 años menor que ella.
Después, en cambio, no tuvo opciones frente a Distria Krasniqi, de 24 años y ganadora del Grand Slam de París en febrero. En el arranque del combate la campeona le hizo un waza ari y controló el tiempo que restaba para que la victoria no se le escapase.
Pareto, que llegó a esta ciudad con 2.920 puntos en el ranking, conquistó diez Grand Slams en su carrera pero además ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y está en plena búsqueda de la clasificación para rewtirarse en Tokio 2020. Para eso tendrá tiempo hasta el 28 junio.
Durante la pandemia Pareto trabajó en el hospital de San Isidro, pero nunca dejó de entrenarse. Lo hizo en su casa (sus videos que compartió en las redes sociales fueron rápidamente viralizados) y -cuando el Gobierno les permitió entrenarse con los protocolos correspondientes a los atletas clasificados para los Juegos Olímpicos que se realizarán en 2021 o que están en vías de conseguir la clasificación- en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo y también dentro de una burbuja en Santa Teresita, junto al resto del seleccionado femenino, Martinel y el también entrenador Ariel Sganga.w