Por la mañana, fue una pesadilla viajar por el paro de trenes
Silvina (35) está enojada. "Siempre la pagamos los trabajadores", dice la mujer de barbijo blanco en una esquina de Constitución. Tardó cuatro horas en llegar desde Glew, un viaje de media hora en el tren Roca, que como en todas las líneas de ferrocarril del AMBA tenía el funcionamiento interrumpido por el paro de 24 horas. Cuando puso un pie en la calle, le llegó el mensaje de su patrona anunciando el peor final: "Mejor volvete, te espero el jueves que tengo que salir".
"Perdí el día. Yo trabajo como empleada doméstica e hice un viaje de 4 horas para nada. Ahora, andá a saber cuánto tardo en volver", cuenta a este diario cerca de las 10. Salió de su casa temprano para estar a las 6 en la estación de Glew, en el partido de Almirante Brown. Ese era uno de los puntos de la zona sur, junto a Ezeiza y Quilmes, donde el Gobierno nacional dispuso de traslados en micros de larga distancia para garantizar que las personas pudieran viajar. Silvina se puso a esperar, pero el servicio estaba "mal organizado" y tardó una hora en subir a un ómnibus.
El gremio La Fraternidad, de los conductores de trenes, acató al mediodía la conciliación obligatoria y levantó el paro que había comenzado a las 0 de ayer, aunque los servicios tardaron en normalizarse. La cartera laboral había dictado la conciliación cerca de las 9, en medio de un caos generalizado. El paro afectó a miles de personas que a diario utilizan el servicio de ferrocarriles para moverse por el AMBA. ■