Con el desplante de Trump y en una ciudad blindada, Biden asume en EE.UU.
No habrá multitudes ni grandes galas. Tampoco los invitados serán numerosos. El magnate se irá antes. Todo será en una ciudad militarizada por temor a la violencia ultraderechista.
El presidente saliente no hará el traspaso de mando a su sucesor y volará temprano a Florida. Ayer se despidió con un video: “Hicimos lo que vinimos a hacer, y mucho más”, dijo. Por temor a actos de violencia de la ultraderecha, Washington está militarizada.
La ceremonia de asunción de Joe Biden y Kamala Harris será definitivamente como ninguna que se tenga memoria en EE.UU. El demócrata jurará como el presidente número 46 hoy miércoles en medio de una pandemia que se ha cobrado 400.000 muertos en el país y provocado una crisis económica inédita en décadas. A esta ya de por sí dramática situación se suma una transición bombardeada por el presidente saliente que aún no ha admitido su derrota y no asistirá a la jura ni saludará a su sucesor en la Casa Blanca.
Y como corolario de este cóctel explosivo se agrega una enorme tensión por amenazas a la seguridad del acto, días después del asalto al Capitolio por parte de una turba de simpatizantes de Donald Trump.
Unos 25.000 miembros de la Guardia Nacional, miles de policías y agentes de varias fuerzas de seguridad están desplegados por el centro de Washington, que está vallado y bloqueado como una zona militarizada dividida en un sector rojo y otro verde. Bloques de cemento, retenes, blindados, alambres de púas y uniformes camuflados reemplazaron a los bailes y festejos de varios días que suelen marcar el cambio de gobierno. Los alrededores del Capitolio, la Casa Blanca y el Mall (la explanada verde en el centro de la ciudad) están cerrados desde hace varios días y las paradas de subte de la zona, bloqueadas.
Por la pandemia y mucho más ahora que hay fuertes temores por la seguridad, habrá pocos invitados a la ceremonia y buena parte de las fiestas se harán en forma virtual. Como preámbulo de la jornada formal de asunción, en la noche del martes (a las 5.30 ya es de noche en Washington) decenas de luces se encenderán en el Mall, cerca de los espejos de agua del Lincoln Memorial, con miles de banderas estadounidenses, en homenaje a las víctimas fatales de la pandemia. La idea se replicará en las grandes ciudades del país.
El día que la Constitución indica que debe concretarse el traspaso de mando, el 20 de enero, está previsto que Trump abandone temprano la Casa Blanca con su esposa Melania. La tradición indica que debería recibir a Biden y su esposa Jill en la mansión presidencial y desde allí partir todos juntos a la ceremonia. Pero Trump decidió que se irá temprano a su casa en Florida sin cruzarse con los Biden. Será la primera vez en 152 años que un presidente no va a la jura de su sucesor. (Ver pág. 5)
La jura será al mediodía en las escalinatas del Capitolio, donde se alojarán cerca de 1.000 invitados ubicados con distancia social. Es un número ínfimo de personas porque el acceso de funcionarios y periodistas se ha limitado al extremo. A las asunciones presidenciales suelen asistir cientos de miles de personas, pero esta vez se invita a participar desde sus casas. Lady Gaga entonará el himno nacional y Jennifer López tendrá otra participación musical.
A Biden le tomará juramento el titular de la Corte Suprema, John Roberts, y el demócrata, que es católico practicante, utilizará una antigua Biblia que perteneció a su familia. En un acto muy simbólico, Harris, que será la primera mujer y primera afroamericana e india en ser vicepresidenta del país, será ungida en su cargo ante la magistrada Sonia Sotomayor, la primera latina en el Tribunal.
Biden pronunciará luego su primer discurso como presidente que, trascendió, se enfocará en la lucha contra la pandemia, la reactivación económica y en su idea de cerrar las profundas heridas en la sociedad abiertas durante la administración de Trump. Luego se trasladará hasta el frente oeste del Capitolio, donde pasará revista a las distintas fuerzas militares para luego dirigirse al cementerio de Arlington. Allí depositará una ofrenda en la Tumba del Soldado Desconocido junto con los ex presidentes Barack Obama, George W. Bush, Bill Clinton y sus respectivas esposas. El otro ex mandatario aún vivo, el demócrata James Carter, de 96 años, no asistiría por temas de salud.
Desde allí Biden y su esposa transitarán parte de la avenida Pennsylvania en la llamada Escolta Presidencial, desde la calle 15 hasta la Casa Blanca. Este desfile, que suele concretarse entre miles de simpatizantes que saludan al nuevo mandatario, se hará esta vez casi en soledad.
Las pantallas de televisión proyectarán el “desfile virtual por EE.UU.”, protagonizado por distintas comunidades, una manera de mostrar la diversidad de todo el país.
A las 20.30, se transmitirá un especial llamado “Celebrando EE.UU”, que mostrará “la resistencia, el heroísmo y el compromiso de la gente para sanar y reconstruir el país”, dijeron desde las oficinas de Biden. Será conducido por Tom Hanks y Eva Longoria e incluirá actuaciones en lugares icónicos del país de los Foo Fighters, John Legend, Lin Manuel Miranda, Bruce Springsteen, Demi Lovato, Justin Timberlake, Ant Clemons y Jon Bon Jovi, entre otros. ■