Rusia rechaza los pedidos de EE.UU. y Europa para liberar a Navalny
El Kremlin dijo que la detención del líder opositor y activista anticorrupción es un “asunto interno”.
El gobierno de Vladimir Putin rechazó los pedidos de Estados Unidos y Europa de dejar en libertad al líder opositor Alexei Navalny, quien fue arrestado tan pronto regresó al país tras recibir tratamiento en Alemania por un intento de envenenamiento, y afirmó que “es un asunto totalmente interno”. En Paralelo, el sitio del dirigente político publicó una nueva denuncia contra el presidente ruso sobre un palacete que se está construyendo a orillas del mar Negro.
Diversos gobiernos extranjeros condenaron la detención y pidieron la inmediata liberación de Navalny. El arresto ha agravado las tensiones entre Rusia y Occidente, donde han proliferado los llamados para imponerle más sanciones al Kremlin.
“No vamos a tomar en cuenta estas declaraciones”, afirmó a la prensa el vocero del gobierno ruso, Dmitry Peskov. “Estamos hablando de la violación de la ley rusa por parte de un ciudadano ruso. Este es un asunto totalmente interno y no permitiremos injerencia extranjera alguna y no vamos a escuchar ese tipo de declaraciones’’, sostuvo.
Navalny fue detenido al llegar al Aeropuerto Sheremetyevo de Moscú el domingo por la tarde, procedente de Berlín donde fue atendido a raíz del intento de envenenamiento en agosto. Las autoridades rusas ordenaron su detención por 30 días, hasta la audiencia judicial, en un acto improvisado en una comisaría policial.
El servicio penitenciario ruso sostiene que Navalny -la figura más prominente de la oposición rusa y un activista contra la corrupción- violó las normas de la libertad condicional impuestas en 2014 cuando fue condena do sin pena firme por supuesto lavado de dinero. Ese fallo fue calificado de “arbitrario” por la Corte Europea de Derechos Humanos.
El líder opositor ha interpretado la ofensiva en su contra como síntoma del temor que siente Putin, pero Peskov insistió el martes que Navalny violó la ley nacional y que el proceso en contra del opositor “no tiene absolutamente nada que ver con el presidente de Rusia”.
Navalny cayó en coma en el avión cuando iba de Siberia a Moscú el 20 de agosto. Laboratorios de Alemania, Francia y Suecia y de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas establecieron que ingirió una sustancia tóxica elaborada por las fuerzas armadas rusas durante la era soviética llamada Novichok.
Pese a esta ofensiva judicial, Navalny respondió con una nueva denuncia contra Putin. El Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) que creó el líder opositor publicó un extenso informe revelando que el presidente ruso había recibido de sus amigos el “mayor soborno de la historia”, en referencia a un lujoso palacete que se está construyendo a orillas del mar Negro. La investigación periodística detalla que se trata de “la mayor trama de corrupción en Rusia” por un monto de más de 100.000 millones de rublos (1.400 millones de dólares).
El FBK menciona como aportantes de ese emprendimiento a Vladimir Kolbin, empresario de San Petersburgo; al presidente de la petrolera Rosneft, Igor Séchin; el presidente de Transneft, Nikolái Tókarev, y el inversionista Nikolái Yegórov, entre otros, todos cercanos a Putin.
El “palacio más secreto de Rusia” -al que nadie tiene acceso- se encuentra muy cerca del mar, en las afueras de Guelendzhik, entre la ciudad de Sochi y la península ucraniana de Crimea, anexionada por Rusia en 2014. La superficie total del palacio es de 17.692 metros cuadrados, lo que le convierte en “la mayor vivienda particular” de Rusia, y el terreno en el que se encuentra ocupa una superficie de 68 hectáreas.
La propiedad está rodeada por un terreno de 7.000 hectáreas, perteneciente al Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB), una especie de “perímetro de contención” para evitar las visitas no deseadas.
El sitio de Navalny ofrece en un vídeo un recorrido pormenorizado por los interiores del gigantesco palacio y sus instalaciones aledañas. Hay una piscina interior, un gimnasio, un helipuerto, una pista de hielo subterránea, una iglesia, un invernadero, un túnel hasta el mar, e inmensos viñedos. Entre los testaferros figura Mijaíl Shélomov, familiar lejano de Vladimir Putin.
El instituto de Navalny denuncia a Putin de recibir “el mayor soborno de la historia”.