Verano 2021: pocos alquileres por quincena y una estadía promedio de una semana
La propuesta de cerrar contratos por 15 días había sido impulsada por las inmobiliarias, pero no funcionó.
Por temor al contagio, por falta de plata o por las medidas de restricción nocturna ante el aumento de casos de coronavirus. Los factores son varios, pero la realidad es una sola: los alquileres en la Costa Atlántica no son buenos, la temporada se mira de reojo y la pandemia cambió la forma de veranear.
Con más incertidumbres que certezas, el sector turístico comenzó una temporada atípica de vacaciones. Transcurridos ya casi los primeros 20 días del año, los números del sector inmobiliario no convencen.
En Mar del Plata, desde el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos, contaron que el promedio de alquiler rondó el 25%. Y que la previsión es que para la segunda quincena de enero apenas suba hasta el 30%.
En principio la apuesta fuerte que tuvieron las inmobiliarias fue tratar de convencer a los turistas que la mejor opción para vacacionar en el medio de la pandemia era alquilar por más tiempo. Explicaban que de esa manera habría menos circulación en las casas y que si alguien se llegaba a contagiar podría reposar una semana y luego continuar con el disfrute. A su vez, con estadías más largas, se podía reforzar los niveles de ocupación.
La propuesta iba a contramano de lo que venía sucediendo en las últimas temporadas, en las que se instaló la modalidad de “micro-vacaciones”, de una semana o menos, más parecidas a las “escapadas” de fines de semana que se hacen en el año.
Para este enero, primero se intentó que vuelvan aquellas temporadas doradas donde las familias se quedaban todo el mes, pero fue imposible. Luego se apostó por la quincena. Pero la tendencia no cambió: el promedio, explican, es de una semana.
“La comparación con el año anterior es fea, pero ya se sabía. La gente no alquila primero por miedo al contagio; segundo porque evalúan la curva de casos en la ciudad; y tercero por el clima, los turistas miran el pronóstico antes de elegir cuándo viajar y en estos días no ayudó”, reflexiona Miguel Ángel Donsini, presidente del Colegio de Martilleros de ‘La Feliz’.
Allí, un monoambiente en el micro y macrocentro se consigue en prome
Según fuentes del sector, los alquileres están un 30% debajo de los firmados el año pasado.
dio por $ 25.000 la quincena, un dos ambientes por $ 30.000 y un tres ambientes por $ 35.000.
Las últimas medidas que se tomaron desde el gobierno nacional, como la restricción horaria de los bares hasta la 1 de la mañana, también impactaron en los alquileres.
Eso se observa en Villa Gesell, un espacio que históricamente fue copado por los jóvenes y que ahora el ruido de viento y el mar le ganan la pulseada al de reggaetón que expulsan los parlantes.
“Ya no hay tantos chicos y chicas como años anteriores. Se nota que decidieron no venir y creo que la imposibilidad de salir de noche fue un factor clave”, cuenta Sergio Coronel, del Colegio de Martilleros de Gesell.
“Ahora estamos un 30% más abajo que la cantidad de alquileres de la temporada pasada. Cuesta mucho. Además, del total de propiedades que teníamos para ofrecer un 30% decidió directamente no alquilar sus casas por temor y otro 30% de los propietarios las alquila sólo a un círculo íntimo de la familia o las aprovechan ellos mismos”, agrega Coronel.
En Pinamar la situación es bastante similar. Entienden que la merma de inquilinos tiene que ver con el contexto sanitario. Allí destacan que algunas familias que vacacionaron siempre en esa zona o en Cariló esta vez prefirieron quedarse en algún country o quinta próximos a grandes ciudades para estar más cerca de los centros de atención médica.