“Exportar alimentos es una bendición, la maldición es la dirigencia”
Una diputada del Frente de Todos, Fernanda Vallejos, hizo una trasnochada afirmación: “Tenemos la maldición de exportar alimentos...”. Nuestra maldición es antigua y es que nos gobierna el populismo con gente que no se hace cargo de sus errores.
El hecho de exportar alimentos, en todo caso sería una bendición, ya que es un recurso inagotable y solo depende de la inversión y del trabajo. Incluso si le quisiéramos dar valor agregado.
Hay países como los de la península arábiga, los escandinavos, e inclusive Venezuela, que exportan petróleo, energía no renovable. Exceptuando este último, mejoraron su nivel de vida gracias a esta exportación. Pero no es un recurso inagotable y por lo tanto ya piensan en cómo desarrollar sus economías cuando no tengan más petróleo o deje de ser negocio.
Es verdad que cuando se aplican políticas de libre mercado los precios internacionales afectan directamente en la economía doméstica. A los países que exportan petróleo les es mas fácil subsidiar los combustibles o derivados para que no afecten a la economía interna.
En nuestro caso, que exportamos granos y carne, si intentamos subsidiar tendríamos que hacerlo prácticamente con casi todos los productos de la canasta familiar, cosa que sería inviable.
Incluso han intentado poner un dólar muy bajo, pero también es inviable porque desalienta la producción rural y aparece el dólar paralelo.
También intentan el control de precios, medida muy poco efectiva que produce desabastecimiento.
Creemos que la solución es que el comercio exterior pase a ser un recurso estratégico del país, por lo tanto tendría que manejarlo el Estado, que bien podría ser a través de una política arancelaria o ajustando los precios en pesos de todas las exportaciones de materia prima, garantizar todos los insumos de producción en pesos y que no se modifiquen por el valor del dólar. Esto ayudaría a desdolarizar la economía y estabilizar nuestra moneda.
Por supuesto que para llevar a cabo esto habría que tomar varias medidas complementarias, pero si no lo hacemos seguiremos mudando de fracasos, a riesgo de que aparezca algún mesías y proponga reemplazar directamente nuestra moneda por el dólar.
Exportar alimentos es una bendición, nuestra maldición es la irresponsable dirigencia que postula ideologías superadas para ocultar la mediocridad, la mentira, la corrupción y la incapacidad para gobernar.
Fabio Abraham fabioabraham@hotmail.com.ar