Provincia: la vuelta a clases en el aula dependerá de las condiciones de cada escuela
El Gobierno de Kicillof apunta al regreso de la presencialidad, pero admite que en el GBA será difícil lograrlo.
El 1° de marzo comienza el ciclo lectivo en la provincia de Buenos Aires, “con presencialidad absoluta en la mayor cantidad posible de escuelas”. Así queda resumida la expectativa del Gobierno bonaerense, condicionado el objetivo por la evolución de contagios de coronavirus, las propias características edilicias o prestacionales del sistema educativo, y hasta el ritmo de vacunación de los docentes que trabajan en la Provincia.
Con esta perspectiva, en los 135 distritos bonaerenses, habrá presencialidad de lunes a viernes en aquellos colegios de matrícula reducida. Por ejemplo, en escuelas rurales con pluriaño. Desde octubre 2020 hay experiencias de ese tipo en 26 municipios del Interior. Es la base aspiracional de la administración de Axel Kicillof. A partir de allí, los escalonamientos. Donde existan factibilidades se aplicará semana completa. En aquellos colegios recargados de matrícula, las clases se organizarán a través de esquemas duales o híbridos que combinen actividades presenciales y no presenciales.
Por ejemplo, una sección que cuenta con 30 estudiantes se puede subdividir para que cada grupo de 15 estudiantes concurra a la escuela dos veces por semana y realice actividades no presenciales el resto de los días. La quinta jornada se destinaría al seguimiento de las actividades no presenciales. Los protocolos incluyen ajuste horario en el ingreso o egreso de los contingentes para evitar la congestión entre turno y turno.
El estudio de este esquema rotativo fue también confirmado por el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, quien explicó que la presencialidad no será con la misma cantidad de alumnos que antes porque las aulas “no están preparadas para asegurar el distanciamiento de dos metros”.
Entre las pautas generales de cuidado se encuentran el uso obligatorio del tapabocas, la distancia entre estudiantes y docentes (entre 1,5 metros y 2 metros en el aula), la higiene de las manos cada 90 minutos, el control de temperatura en el ingreso al aula (máximo 37, 4° C), y la ventilación de los ambientes.
De acuerdo con la explicación de las autoridades de la Dirección General de Escuelas y Cultura a Clarín, “los modelos de organización escolar se implementarán considerando principalmente el espacio que dispone cada establecimiento educativo para respetar el distanciamiento”.
Para esos ajustes, además de los relevamientos realizados desde octubre 2020, está previsto que el 17 de febrero comiencen las actividades de intensificación de contenidos curriculares para estudiantes cuyas trayectorias educativas se vieron interrumpidas o presentaron dificultades durante el año pasado.
Ratificaron que el 1° de marzo comienzan las clases, aún ante la evidente pulsión que permanece todavía con la representación gremial de los docentes. Los principales sindicatos como Suteba o FEB aún no se pronunciaron. Otros de menor registro
El plan de vacunación debe cubrir a 350.000 docentes más el resto del personal de las escuelas.
de afiliados, tal el caso de Udocba, se oponen al comienzo con las actuales condiciones.
El dato que habrá de verificar es la vacunación de 1,5 millones de personas por mes que adelanto el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak. Todavía no terminó de aplicarse la primera dosis de las 300.000 Sputnik al personal de Salud. Antes de fin de mes se recibiría otra remesa de Corea o India. Y en febrero, el área a cargo del ministro Daniel Gollán terminaría la vacunación de médicos, enfermeros, camilleros y personal de maestranza, entre otros.
Inmediatamente debería ampliarse el plan a otrasactividades esenciales, de Seguridad entre ellas. Y a los 320.000 docentes. También a la planta de auxiliares de escuelas, fundamentales en la tarea de adaptación sanitaria en los 20.000 establecimientos de gestión estatal y privada.
En esos casos, el Plan Jurisdiccional para el Regreso Seguro a Clases Presenciales de la Provincia establece pautas para posibilitar del distanciamiento, la circulación de aire, la limpieza de los establecimientos e higiene personal mencionados.
Ese esquema facilitó el retorno a clases que estaban en riesgo epidemiológico bajo. Todos en el Interior bonaerense: Adolfo Gonzales Chaves, Alberti, Carlos Tejedor, Daireaux, Florentino Ameghino, Guaminí, Lezama, Monte Hermoso, Púan, Tres Lomas, 25 de Mayo, Brandsen, Coronel Dorrego, General Guido, Hipólito Yrigoyen, Pehuajó, Rivadavia, Trenque Lauquen, Arrecifes, General Viamonte, Pergamino, San Andrés de Giles, San Pedro y Suipacha.
La mayor complejidad se presenta en el Conurbano. En la apretada síntesis demográfica de la Provincia, donde vive el 70% de la población, en apenas el 1,5% del territorio, la presencialidad absoluta desde el 1° de marzo resulta imposible. Sólo alguno de los 32 municipios podrá presentar una moderada perfomance.
Esa condicionalidad también es trasladable a grandes conglomerados urbanos como La Plata, Mar del Plata o Bahía Blanca.
En marzo debería estar preparado el sistema para contener a 5.217.000 estudiantes. De ellos, 3.320.000 corresponden al nivel primario y secundario. En estos 40 días que faltan, a las reuniones de capacitación y planificación de los actores del sistema educativo con autoridades municipales, se incorporó a los auxiliares. El sector resulta gravitante en la realización de los protocolos de desinfección de las escuelas.
Según la Dirección de Escuelas, se encararon 2.830 obras de mejoras de infraestructura escolar. En 2021 comenzó un censo provincial para tener mayor y mejor información de obras requeridas en los 9.300 predios escolares de gestión estatal.