Ataque en un bar en Mar del Plata: uno de los acusados confesó que pegó el botellazo
Alejandro Galvano admitió el hecho, pero dijo que fue “en defensa” de sus amigos. Piden que quede preso.
El fiscal que investiga la agresión a Matías Montín -el joven de 20 años que recibió un botellazo en la cabeza en un boliche de Mar del Plata y terminó en terapia intensiva-, pidió al juzgado de Garantías que los dos acusados permanezcan detenidos en la Unidad Penal 44 de Batán. En tanto, el futbolista de Arsenal, Matías Belloso, se entregó y declaró, pero quedó libre.
El juez Daniel de Marco tiene a resolución la situación de Andrés Bracamonte (21) y Alejandro Galvano (23), quienes dieron su versión ante el fiscal Paulo Cubas en los Tribunales de Mar del Plata. Según explicó el funcionario, Galvano reconoció haber sido quien golpeó a Montín con una botella, pero dijo que lo hizo en defensa de sus amigos.
Por eso la acusación en su contra es por “lesiones graves”. La causa pasará a manos de la fiscal Andrea Gómez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 4, puesto que la fiscalía de Cubas se encarga de casos encuadrados en el área de la resolución temprana de conflictos.
Cubas, en el pedido de detención, entiende que Galvano y Bracamonte intentaron fugarse. Luego de la caótica noche en el boliche “Ananá”, en Playa Grande, ambos se fueron de Mar del Plata.
A media mañana, abandonaron el hotel donde se alojaban, en el centro de Mar del Plata, y viajaban en un flamante BMW blanco rumbo a Rosario, donde viven, cuando fueron detenidos por la Policía de Zarate.
Andrés Guillermo Bracamonte es hijo del jefe de la barra de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte.
Las versiones que ofrecieron Galvano y Bracamonte se contraponen con las que brindaron los amigos de Montín, quienes el martes contaron cómo se desarrollaron los incidentes.
Los chicos coincidieron en sus relatos: la riña comenzó en el baño, entre uno integrante del grupo de Montín y uno de los rosarinos, que lo habría agredido.
Estaban ubicados en mesas distintas pero cercanas en el sector Vip del boliche. Montín se acercó a mediar, para dar por terminado el incidente, dijeron. Pero la respuesta de los rosarinos fue un ataque a botellazos.
El fiscal Cubas aclaró que el futbolista Belloso, hijo de Gonzalo Belloso, (que jugó en Rosario Central y es dirigente de la Conmebol), por la descripción de los hechos y por haberse presentado en forma voluntaria a la Justicia podrá quedar en libertad siempre sujeto a cualquier requisitoria. “No nos dio argumento para pensar que puede entorpecer el proceso”, reconoció el fiscal.
El abogado Ignacio Trimarco, de la familia de Montín, no está de acuerdo con la calificación que dio Cubas al caso. Consideró que los testimonios de los testigos más las imágenes registradas por cámaras de seguridad consolidaría prueba como para acusar a los atacantes por “tentativa de homicidio”, delito que prevé penas de hasta 12 años de prisión.
“El hecho está calificado como lesiones graves, que tiene una pena de 1 a 6 años, pero esta querella va a solicitar el cambio de calificación al de tentativa de homicidio, que tiene un máximo de 12 años y medio de prisión y que por supuesto es un delito que no es excarcelable”, explicó.
Indicó que “que hay que determinar el dolo, si el imputado quiso lastimar o matar. Puedo aceptar el dolo de lastimar si era un solo golpe, pero una persona le pega un botellazo en la cabeza, luego un segundo botellazo y ya en el piso le pega otro botellazo: sin lugar a dudas la intención y el dolo era de matar”.
Carlos Montín, padre del joven agredido, explicó ayer frente al Hispital Privado de Comunidad que su hijo “está evolucionando muy bien, está de muy buen ánimo, consciente, y muy dolorido”.
“Nos dijeron que la evolución es muy buena y que hay un 70% de chances de que no sea necesaria una cirugía por el hematoma”, contó. “Si todo continúa así, mañana podrían derivarlo a una habitación común, pero de todos modos por el momento sigue en observación en terapia intensiva, porque el cuadro es complejo y siempre puede variar”, señaló.
En la noche del martes, el boliche Ananá, donde se produjo el ataque, fue clausurado por Bomberos de la Policía bonaerense, con intervención del personal del Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas y del Registro Público de Controladores de Admisión y Permanencia.
La clausura del lugar, ubicado en el complejo La Normandina de Playa Grande. Fue por infracción a la Resolución Ministerial 2740/03 que indica que “las instalaciones y equipos eléctricos de los establecimientos, deberán cumplir con las prescripciones necesarias para evitar riesgo a personas o cosas”. Es decir, no tiene relación con la causa por la agresión violenta a Matías Morín.■