“Decisiones con más perjuicios que beneficios”
Resulta descorazonador ver el rumbo que toman algunas decisiones gubernamentales que, esgrimiendo argumentos falaces, provocan más perjuicios que beneficios.
Una de esas decisiones del Gobierno es el caso de los alquileres (fundamentalmente habitacionales) en que las soluciones son muy sencillas, fáciles de implementar y efectivas, amén de ir a favor de las leyes de la economía. Pero en vez de ir en el sentido correcto se empecinan en ir en el sentido contrario provocando más incertidumbre en un mercado tan sensible y tan necesitado de reglas claras, transparentes y abiertas.
Aún con los malos resultados a la vista insisten en políticas intervencionistas, absurdamente mal asesorados, cuando todas las instituciones profesionales tienen claro el rumbo que debería tomarse y son generosas en poner su conocimiento y profesionalismo al servicio del bien común. Así es como terminan perjudicando a quienes declaman tratar de favorecer.
Es posible que la política albergue otras finalidades en esa alquimia bastante perversa de conservar el poder a toda costa en vez de privilegiar el bien social, pero los funcionarios públicos, de cualquier rango, juran desempeñarse para los fines más nobles que existen. Esto es trabajar para beneficio de toda la nación.
Es imperativo que usen el sentido común y además acudan al consejo de los profesionales y dejen de seguir a falsos profetas que finalmente empeorarán el descrédito que ya siembran. No es el triunfalismo con el que comienzan su gestión lo que queda en la memoria colectiva sino el balance cuando abandonan el poder. Ernesto Leive eleive@gmail.com