Entre 7 y 10 días de cuarentena a los turistas en Estados Unidos
Es parte de un duro paquete de normas contra la pandemia. Es por la disparada de la enfermedad. Incluye la demanda del uso de barbijo y la campaña de vacunación.
El flamante presidente lanzó un plan a gran escala para enfrentar la pandemia. Estableció que todos los extranjeros que ingresen deberán cumplir entre siete y diez días de cuarentena y presentar sus tests previos de Covid.
El flamante presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, lanzó ayer un plan “a gran escala, en tiempos de guerra” para frenar el avance de la pandemia de coronavirus, que incluye la obligación de una cuarentena para todos los pasajeros que ingresen al país y un endurecimiento del uso del barbijo. Además, ratificó su objetivo de vacunar a 100 millones de estadounidenses en 100 días.
En las primeras horas de su gobierno, Biden firmó una serie de ordenes ejecutivas en el comedor este de la Casa Blanca, flanqueado por la vicepresidenta Kamala Harris y el asesor médico Anthony Fauci, que era la máxima autoridad científica también en tiempos de Trump y fue apartado cuando comenzó a contradecir al presidente con sus opiniones.
Las medidas incluyen nuevos requisitos de uso de barbijo en aviones interestatales, trenes y ómnibus. Además, brinda directivas para mantener a los trabajadores seguros y ampliar el acceso a los cuidados y tratamientos contra el virus.
La exigencia de una prueba de coronavirus para ingresar al país ya había sido ordenada por el gobierno anterior, pero el aislamiento era sólo una recomendación. Ahora será obligatorio. El decreto dice que se debe cumplir con las recomendaciones del Centro del Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Según este organismo, las cuarentenas deben ser de por lo menos diez días, o siete si se hace un nuevo test a los 3 ó 4 días de arribar al país. Además del aislamiento, las personas deberían controlar su temperatura corporal y mantener un registro de posibles síntomas de Covid-19. No está claro cómo se controlaría el cumplimiento de la cuarentena.
“La historia va a medir si estamos a la altura”, declaró Biden. Con miles de estadounidenses muriendo cada día de Covid-19, con un total de 400.000 decesos y una nueva variante que se propaga rápidamente, la pandemia es el desafío más importante de los primeros días del demócrata en el poder. Como el propio Biden ha reconocido, la manera en que maneje la crisis de salud marcará la pauta de cómo los estadounidenses juzgarán su gobierno.
El plan significa un giro importante respecto del enfoque de Trump, que desde el principio minimizó la importancia de la enfermedad y luego delegó la iniciativa de los controles en los Estados y no impuso directivas a nivel federal.
Establece el uso obligatorio de barbijo en lugares donde el gobierno federal puede hacerlo, algo que el presidente anterior se opuso. La utilización del tapabocas es una práctica denostada por la mayoría de los simpatizantes trumpistas, sobre todo en el interior del país, porque lo ven como una intromisión del Estado en sus vidas y un recorte a sus libertades. A pesar de todas las advertencias científicas, muchos no creen que el virus sea tan contagioso. Además, el propio Trump se negó a utilizarlo por mucho tiempo y festejaba a sus seguidores que iban a los actos de campaña sin protección.
Si bien las aerolíneas, el sistema de trenes y otros transportes exigen que los pasajeros utilicen tapabocas, la orden ejecutiva de Biden lo convierte en un mandato federal, lo que deja poco margen a los pasajeros tentados a discutir sobre sus derechos.
A pesar de sus repetidos llamamientos a la unidad, Biden no pudo evitar tirar un dardo a su antecesor y dijo: “Durante el último año no podíamos confiar en que el gobierno federal actuara con la urgencia, el enfoque y la coordinación que necesitábamos y hemos visto el trágico costo de ese fracaso”.
Biden también firmó una orden ejecutiva destinada a mejorar la recopilación, producción, intercambio y análisis de datos sobre el virus en EE.UU. y ha pedido a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional que publique una guía clara sobre el Covid y decida si establecer estándares temporales de emergencia, entre otras cosas.
Según señaló, otro de los objetivos “prioritarios” de su gobierno contra la pandemia es restaurar la confianza del país y allí volvió a atacar veladamente a Trump. “Nos aseguraremos de que científicos y expertos en salud pública les hablen directamente”, dijo y agregó que los estadounidenses escucharán “mucho más” por parte del doctor Fauci y “no por parte del presidente sino de verdaderos expertos y científicos”. Biden hizo así referencia a las conferencias de prensa que al comienzo de la pandemia Trump solía protagonizar, promocionando el uso de drogas no aprobadas como la hidroxicloraquina y algunas técnicas disparatadas como la inyección de lavandina.
Poco después, Fauci contó diplomáticamente en una conferencia de prensa sobre la diferencia de trabajar ahora para Biden, luego de hacerlo para Trump: “Podés venir acá y hablar sobre lo que sabés, de ciencia y ya está. Dejar que hable la ciencia. Es un sentimiento liberador”.
Biden también buscará acelerar el proceso de vacunación para cumplir su anunciado objetivo de vacunar a 100 millones en los primeros 100 días de su mandato. Para eso anunció que la Agencia Federal de Gestión de Emergencias comenzará a coordinar con los Estados para aportar ayuda cuando lo necesiten.
“Este es un tiempo de guerra”, sostuvo Biden. “Cuando digo eso, hay gente que me mira y se pregunta: ‘¿tiempo de guerra?’ Bueno, anoche dije que 400.000 estadounidenses ya murieron. Eso son más de todos los que murieron en la Segunda Guerra Mundial. Este es un esfuerzo de tiempo de guerra”, concluyó.w