Las teorías relativas
Una nueva biografía de Calígula, del historiador australiano Stephen Dando-Collins, relativiza algunos de aquellos testimonios. La figura del “loco” también está presente en una exposición en el Museo Ninfeo, en Roma, con los pocos objetos que quedan de aquella época, incluyendo su Jardín Lamiano. Dando-Collins afirma que algunas de las “acusaciones” son falsas, como que había transformado el Palacio en un burdel o que hubiera nombrado cónsul a su caballo Incitato (aunque sí amenazó con hacerlo). Y en cuanto a su crueldad, no difería de la de otros emperadores romanos. Ya Indro Montanelli en su “Historia de Roma” recordaba que en un principio, la elección de Calígula parecía acertada: “se mostró generoso con los pobres, devolvió una apariencia de democracia y era conocido como un soldado valeroso. La transformación, sorpresiva, solo fue explicable por alguna dolencia que le transformó el cerebro: un caso típico de esquizofrenia o doble personalidad”. Dando-Collins retoma esa teoría.