Dura represión de Insfrán a una protesta contra la cuarentena en Formosa
Reacción social en una provincia gobernada por un caudillo del PJ
La Policía formoseña reprimió con balas de goma y gases una manifestación que protestaba contra la cuarentena estricta implantada en la provincia por la aparición de 17 casos de coronavirus. Hubo heridos y 93 detenidos, entre ellos 8 mujeres, una de ellas periodista. Dirigentes de la oposición como Luis Naidenoff, Mario Negri y Patricia Bullrich le pidieron al Presidente que pusiera fin a la represión. El secretario de Derechos Humanos hizo una condena tibia de la violencia y repitió criticas a la prensa. Es la primera protesta importante contra Gildo Insfrán, quien gobierna allí desde hace tres décadas, con altos índices de pobreza e indigencia.
La decisión de Gildo Insfrán de que Formosa regrese a la fase 1 de la cuarentena -por un rebrote de 17 casos de Covid- despertó fuertes protestas frente a la Gobernación, que fueron duramente reprimidas por la Policía local, incluyendo el lanzamiento de gases lacrimógenos y balas de goma.
Sin cifras oficiales, la oposición denunció anoche que a lo largo de la jornada fueron detenidas 93 personas y decenas resultaron heridas. En tanto que el Ejecutivo provincial justificó la represión, alegando que el reclamo había sido "violento".
Al grito de "queremos trabajar", decenas de formoseños -convocados inicialmente por comerciantes y otros sectores afectados por el regreso a la cuarentena estricta- marcharon hacia la Casa de Gobierno. Al querer sortear el vallado de seguridad, se enfrentaron con efectivos policiales que arrojaron balas de goma, gases lacrimógenos, y detuvieron a manifestantes y algunos periodistas.
Entre los heridos estuvo la concejala opositora Gabriela Neme, quien sufrió un esguince en el brazo y tuvo que ser hospitalizada. "Nos lastimaron, pero la violencia no va a callar nuestro grito de libertad. Hoy estoy más fuerte que nunca para seguir poniéndome del lado de la gente", declaró. Por los cartuchos encontrados, se descubrió que parte de los gases lacrimógenos arrojados estaban vencidos desde 1995. "¡Genera descompostura porque venció hace más de 25 años!", apuntó la edil.
"Estaba tomando fotos. Un policía me tomó de atrás del pelo y me dijo que me iba a arrepentir de lo que estaba haciendo”, relató Julieta González, una de las periodistas detenidas, a TN (ver página 5).
El ministro de Gobierno provincial, Jorge Abel González, fue el portavoz del Ejecutivo provincial. "Un grupo de personas de la ciudad de Formosa, disconformes con las decisiones sanitarias, recurrió a la violencia extrema para realizar sus reclamos.
Nada justifica este tipo de acciones violentas. Llamamos a la reflexión e invitamos a que todos sus reclamos los realicen de manera pacífica", afirmó en conferencia de prensa.
En una entrevista televisiva, además, González confirmó que las fuerzas de seguridad actuaron porque los manifestantes "arrojaron huevos" y luego "rompieron la valla" perimetral de la Casa de Gobierno. "En una situación de movilización de estas características no es que hay una carta blanca a la Policía, existen protocolos a seguir. El personal tenía claramente las instrucciones de mantener las vallas a los fines de evitar los roces con los manifestantes", señaló.
En diálogo con Clarín, el diputado radical Mario Arce denunció la existencia de decenas de heridos y detenidos. "Recorrimos comisarías para saber la situación de cada uno. En muchos casos son menores detenidos por desacato a la autoridad", aseguró.
Anoche, la jueza de turno, Karina Paz confirmó la existencia de un total de 93 detenidos tras la protesta.
También se supo que el periodista local Maximiliano Galarza había sido agredido por la Policía local. "Si Galarza es periodista yo soy Brad Pitt, es solo el hijo del dueño de una radio", dijo el ministro González.
Entre los manifestantes resaltó el reclamo de los comerciantes alertados por la obligación de volver a cerrar sus fuentes de trabajo. "Gildo hace lo que quiere con Formosa, somos comerciantes, no tenemos sueldos fijos, no vivimos del Estado, no tenemos planes. Si no vendemos, no tenemos plata y no tenemos alimentos. Queremos abrir con protocolo, todos nos cuidamos", se quejó frente a las cámaras la dueña de un negocio local.
La situación despertó una catarata de críticas de sectores de la oposición política. Pero también la advertencia de organización Amnistía Internacional, que ya había alertada sobre la violación de derechos humanos en Formosa. "Las personas tienen derecho a la protesta social. El Estado debe garantizar el derecho a manifestarse y tomar los recaudos necesarios para asegurar que las fuerzas de seguridad se conducirán de acuerdo a los estándares internacionales", apuntó la entidad. También desde Naciones Unidas repudiaron la represión en Formosa (ver pág 5).
El gobierno de Formosa ya había estado en el foco por los centros de aislamiento obligatorios a los que sometía a sus ciudadanos y los "varados" que no podían entrar a la provincia donde viven. En febrero, el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, viajó a la provincia y concluyó en que no había una "violación sistemática de derechos humanos". Anoche hizo un repudio a medias de la represión (ver pág 5). ■