Ramos Padilla sacó a Valdés como querellante del caso D’Alessio
La medida fue disimulada en medio de una tira de resoluciones que el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, firmó la semana pasada antes de dejar esa oficina para asumir como titular del juzgado federal 1 de La Plata, con competencia electoral en toda la provincia de Buenos Aires. Pero es otra sombra sobre el turbio expediente del caso D'Alessio/Operativo Puff, con el que el kirchnerismo intentó lastimar el caso de los Cuadernos de las Coimas. Luego de casi dos años, el juez revirtió su propia decisión de tener como querellantes en la causa al diputado y confidente de Alberto Fernández Eduardo Valdes, y al abogado Maximiliano Rusconi, defensor de Julio De Vido entre otros imputados por corrupción.
Lejos del escándalo que estalló en febrero de 2019 por la detención del falso abogado Marcelo D'Alessio como supuesto enlace de una maniobra extorsiva contra el misterioso "empresario agropecuario" Pedro Etchebest en la que según su denuncia habría estado vinculado el fiscal Carlos Stornelli, en diciembre pasado la Cámara Federal de Mar del Plata anuló varios de los procesamientos firmados por Ramos Padilla, entre ellos los del periodista de Clarín Daniel Santoro y también los de Stornelli, excepto los vinculados a dos hechos de acción privada, no vinculados a espionaje ilegal ni a intentos de extorsiones.
Pero el frondoso follaje político que creció por el abono de ex funcionarios kirchneristas acusados por corrupción y medios adictos al gobierno siguió perdiendo hojas en los últimos días. La última resolución de Ramos Padilla en el expediente D'Alessio multiplica las suspicacias: alejando del caso a Valdés -el locuaz vacunado vip que le había anticipado por teléfono a su amigo preso Juan Pablo Schiavi lo que iba a pasar en Dolores- y a Rusconi el juez parece haber querido borrar su huella en la próxima fase de la causa, que ya no estará bajo su control militante.
"En el caso de Rusconi, se lo tuvo como querellante apenas comenzada la investigación, en base a que diversas anotaciones halladas en los cuadernos personales de Marcelo D’Alessio hacían alusión a datos personales y profesionales de este letrado, los que fueron considerados en aquel entonces como indicadores que podían habilitar su intervención en la causa", deslizó Ramos Padilla en el considerando VI.h. de su resolución. "Sin embargo, lo que en tal momento incipiente –previo a que se determinara la existencia de decenas de maniobras ilegales– aparecía como una plausible hipótesis delictiva, no pudo ser corroborado por la prueba producida con posterioridad", explica el juez, que horas después ya estrenaba su nuevo escritorio de La Plata. "De tal modo, al haberse realizado en el mencionado resolutorio un análisis pormenorizado de las distintas actividades y planes ilegales de la organización, y no haberse verificado que alguno de ellos pudiera haber afectado al Dr. Rusconi de forma directa, corresponde apartarlo del rol de querellante previamente otorgado". La misma curiosa determinación alcanzó a Eduardo Valdés, a quien "corresponde apartar de su carácter de querellante, ya que los hechos por los cuales inició su querella y que eventualmente podrían perjudicarlo están siendo objeto de investigación y abordaje puntual por parte de la Justicia Federal de Lomas de Zamora". Ramos Padilla se refiere al caso sobre supuesto espionaje ilegal del macrismo, que por ahora está en manos del juez federal Juan Pablo Augé. No explica, en cambio, por qué cuál podría ser la vinculación con ese expediente, ni qué hechos lo acercarían más a él que a la causa en la que él mismo había aceptado a Valdés como particular damnificado por D'Alessio.