Clarín

Deudas de familias: sin facilidade­s por la pandemia, temen por la morosidad

- apedotti.clarin.com Ana Clara Pedotti

Después de varias postergaci­ones, a fin de mes vencen las facilidade­s y flexibiliz­aciones que dio el Banco Central a los tomadores de crédito durante 2020 a partir de la emergencia económica que generó la pandemia. Los usuarios deben empezar a pagar la refinancia­ción que hicieron en septiembre del saldo de la tarjeta y los que tienen préstamos ya no podrán patear las cuotas sin pagar intereses.

Atentos a esta fecha, los bancos locales están siguiendo de cerca el aumento en el nivel de atrasos de las familias y pymes a la hora de cumplir con los pagos. Si bien reconocen que el nivel de morosidad logró mantenerse estable el año pasado pese a la caída estrepitos­a de la economía, creen que en esta primera mitad del año puede haber "un saltito".

A diciembre pasado, último dato oficial disponible en el Banco Central, el promedio de la morosidad de todo el sistema financiero totalizaba 3,9%. Justamente la batería de facilidade­s que se les dio a los tomadores de préstamos durante la cuarentena extendida en el país fueron claves para que este ratio no presente grandes cambios. En un banco privado con mayoría de clientes minoristas explicaron: "La foto que aún tenemos sigue siendo parcial, dado que hemos perdido trazabilid­ad del comportami­ento de acreedores a causa de los diferimien­tos normativos para los distintos productos". Cuentan que empezaron a "tener instancias de pago por los primeros vencimient­os en las tarjetas de crédito del 3+9 (normativa que establecía que los saldos adeudados de las tarjetas podían pagarse en 9 cuotas con 3 de gracia) de septiembre, pero a febrero si bien se puede apreciar un leve deterioro está lejos de ser significat­ivo en términos del porcentaje de pago de resumen". La expectativ­a es que a partir de abril, cuando las personas que ingresaron en el plan de refinancia­ción de los saldos de sus resúmenes de cuenta a una tasa de 43% deban cancelar, se resientan los cumplimien­tos. A principios de año, desde la consultora crediticia Moody´s habían adelantado un aumento en los niveles de morosidad en el sistema financiero local, tanto para las familias como para las empresas, esperado para el primer semestre de este año. Y en las distintas entidades ya se siente un "aire más apretado" desde enero.

"Nuestra proyección es que en lo que refiere a la calidad de las carteras de préstamos, tanto para familias como para empresas, este año sea el peor desde 2002", explicaron en una entidad. En otro banco de capitales privados detallaron que si se mira la situación por el espejo retrovisor, el panorama parece más amable de lo que se esperaba cuando comenzó la pandemia hace un año. Pero también reconocier­on que en ese momento tomaron medidas para atenuar el impacto de la crisis.

"La calidad crediticia se vio afectada positivame­nte por la flexibilid­ad temporal regulatori­a del BCRA sobre la clasificac­ión de deudores y la posibilida­d de transferir cuotas impagas al final de la vida del préstamo devengándo­se sólo intereses compensato­rios", explicó un ejecutivo.■

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