Godoy Cruz recién pudo vulnerar en el cierre a De Olivera
El equipo mendocino ya no es más inocente y vulnerable. Platense ratificó que será duro para cualquiera.
Los cambios constantes de los formatos en los torneos argentinos obligan a no dictar una sentencia, pero Godoy Cruz sabe que tiene que engrosar el promedio y que cuando vuelvan los descensos será uno de los equipos que lucharán por permanecer en Primera. Por eso, si bien no tuvo la urgencia de la definición cercana, el triunfo ante Platense se vivió como un duelo clave para esa pelea.
Y fue merecida la victoria. La encontró tarde, sobre el final, cuando ya parecía que sería imposible superar a un De Olivera brillante.
Pero insistió tanto el equipo de Sebastián Méndez que tuvo su premio. Ya no es aquella formación inocente y vulnerable del torneo pasado. Con las mismas armas luce sólido aunque a veces quede opacado por la falta de la eficacia.
A Platense, que llegó con bajas, se le escapó el punto pero demostró que será un duro escollo para cualquier rival; que no le hará falta pagar un derecho de piso en su regreso a la máxima categoría.
El primer tiempo fue todo del local excepto los cinco minutos en los que Platense se puso en ventaja y tiró un par de golpes más al ver que su adversario tambaleaba. Pero antes y después de ese gran pase entrelíneas de Zeineddin (interesante centrodelantero que se mueve muy bien fuera del área) para Tissera y el toque a Palacios para el 1-0, fue Godoy Cruz el que llevó las riendas.
De Olivera sacó todo. Con el pie izquierdo le tapó el mano a mano a Damián Pérez, voló y sacó el derechazo a colocar de Tesuri y a puro reflejo puso el manotazo justo cuando Colmán se la picaba por arriba.
El mérito de Godoy Cruz fue insistir, empujar, tratar de triangular y romper por el medio como en la jugada del 1-1 en la que comandó como siempre Tesuri, abrió para Colmán que la picó ante la salida de De Olivera y Bullaude la empujó al gol entre dos defensores que llegaban al cierre.
El complemento fue más chato porque Platense ajustó las marcas y Godoy Cruz no logró sostener la presión ofensiva. Y empezaron los pelotazos. Y aparecieron los miedos. Y se repitieron las imprecisiones. Y llovieron los cambios en ambos equipos. El premio para el ganador llegó con el centro perfecto de Ojeda y el cabezazo solitario del peruano Cartagena. Ya con la ventaja lo liquidó Tesuri, un volante con dinámica y conducción que marcó su tercer gol en el torneo.