El oficialismo ganó en Armenia, pero la oposición habla de fraude
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, ganó con amplia ventaja las legislativas anticipadas celebradas el domingo en Armenia, según los resultados publicados ayer, superando a quienes le reprochaban la humillante derrota militar ante Azerbaiyán del año pasado. Pero la oposición denunció un fraude y anunció que impugnará el comicio.
El partido del premier Pashinián, Contrato Civil, obtuvo 53,9% de los votos, lo que le permitirá formar gobierno en solitario, sin recurrir a alianzas. Su principal rival, el bloque Armenia del expresidente Robert Kocharián, logró el 21% de los sufragios, pero rehusó reconocer la elección al denunciar “fraudes” y “falsificaciones previamente planificadas”.
Según indicó ayer la Organización para la seguridad y la cooperación en Europa (OSCE) estas legislativas anticipadas fueron “competitivas y bien organizadas”, el escrutinio “transparente” y la campaña electoral “democrática”, aunque “polarizada”. En las elecciones legislativas de 2018, Pashinián había ganado con más del 70% de los votos.
Numerosos observadores temen que ahora haya protestas e incidentes al cabo de una tensa campaña electoral que escindió a la sociedad armenia unos meses después de la derrota militar frente a Azerbaiyán en Nagorno Karabaj.
La apuesta de Pashinián, llegado al poder en 2018 tras una pacífica revolución contra las viejas élites consideradas corruptas, parece haber funcionado: ha consolidado su poder tras estos comicios, pese a la presión de sus detractores, incluso sus generales, tras el desastre militar en Nagorno de noviembre de 2020.
“Ya sabemos que hemos conseguido una contundente victoria en las elecciones y que tendremos una mayoría significativa en el Parlamento”, afirmó Pashinián.
La popularidad que llegó a alcanzar Pashinián tras su “revolución” de 2018 se derrumbó súbitamente después de que Armenia fuera derrotada en la guerra contra Azerbaiyán. Tras seis semanas de combates que causaron más de 6.500 muertos, Armenia tuvo que ceder territorios que controlaba desde una primera contienda bélica en los años 1990 por Nagorno Karabaj, una región secesionista de Azerbaiyán poblada sobre todo por armenios.
Percibida como una humillación, esta derrota generó una crisis política en Armenia, obligando a Pashinián a convocar elecciones anticipadas con la esperanza de aplacar tensiones y reforzar su legitimidad. Muchos de sus antiguos simpatizantes lo acusan de “traidor” por el alto el fuego tras el conflicto.w