Clarín

Al Messi de los récords le fue mucho mejor en los números que en el juego

Cansado por el trajín de partidos, Leo llegó a los 147 partidos. Su presencia es máxima. En todo sentido.

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Igual que le pasó a la Selección, la noche de Lionel Messi fue mejor en los números que en el juego. Juntos, el capitán y el equipo, lograron el objetivo de clasificar­se para los cuartos de final y hacerlo con la suficiente holgura como para tratar de evitar un cruce temprano con Brasil.

El otro número que se lleva Lionel a su almohada es haber jugado el partido número 147 con la camiseta argentina, lo que le permite igualar el récord de Javier Mascherano y de aquí en más quedará él solo con esa marca de máxima presencia histórica.

Lo de máxima presencia, se sabe, tiene doble sentido. Ya es desde hace tiempo también el goleador histórico de la Selección, ahora con 73 tantos que ayer no estuvo muy cerca de engrosar. Apenas un buen tiro libre en la puerta del área, a los 17 minutos del primer tiempo, producto de una falta de Gustavo Gómez sobre Sergio Agüero. Tal vez Messi entendió que no tenía la suficiente distancia como para buscar el remate al palo de la barrera y le apuntó con fuerza a donde estaba el arquero Antony Silva. La pelota salió apenas desviada sobre ese palo derecho.

No tuvo muchas chances más. Se demoró en algunos posibles disparos, no controló con la precisión necesaria en otras acciones cerca del área y quedó enredado entre las muchas piernas paraguayas que lo rodearon en cada minuto.

Tampoco logró conectar demasiado con el club de los 33. Para sorpresa de casi todos, Lionel Scaloni eligió cambiar el sistema por 4-2-3-1 y que los cuatro jugadores de ataque fueran los experiment­ados Messi, Angel Di María, Alejandro Papu Gómez y el Kun Agüero. No habrá notado el detalle el entrenador de que los cuatro tienen 33 años. Una curiosidad, no más que eso. Di María los cumplió el 14 de febrero, Gómez el 15 del mismo mes, Agüero el 2 de junio y Leo pasará a los 34 el próximo 24 , es decir el jueves.

No hubo una gran conexión entre ellos, más allá del gol. Messi buscó a Di María y el zurdo del PSG se independiz­ó del imán de su capitán para habilitar al Papu, cuya definición fue lo mejor de la noche.

Aunque la actuación del rosarino haya bajado en comparació­n a lo hecho ante Uruguay, el partido quedará en los registros. Messi juega en la Selección desde agosto de 2005, llegó a los 147 partidos que pronto serán 150. Por ahora lleva ganados 87, empatados 34 y perdidos 26. Las ganas que tiene de seguir jugando y de festejar algo importante con esta camiseta no se pueden medir en números. Pero se ve en la cancha, por ejemplo en esa corrida del final, ya extenuado, atorando a Antony Silva, obligándol­o a un mal pase. Y ofreciendo un respiro al equipo.

 ?? REUTERS ?? Siempre al frente. No tuvo su mejor partido, pero volvió a ser el abanderado del equipo y, pese a los rumores, volvió a jugar de arranque.
REUTERS Siempre al frente. No tuvo su mejor partido, pero volvió a ser el abanderado del equipo y, pese a los rumores, volvió a jugar de arranque.

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