Clarín

Las discusione­s por los celulares en las aulas

- Leonardo Correa lcorrea@clarin.com

La prohibició­n del uso del celular dentro del aula, tanto para docentes como alumnos, se estableció en la Provincia de Buenos Aires por una resolución de hace 15 años. Y tuvo el suficiente apoyo. La pandemia que soporta el mundo hace ya casi un año y medio -y parece que esto sigue- pone en claro que aquello fue una pifiada más de quienes gobiernan por lo que “le pide la gente” vía encuestas, y nunca intenta dirigir (guiar), mostrarnos un camino a los que no somos capaces de verlo. “El uso del celular en el aula descentra y desconcent­ra el proceso de enseñanza-aprendizaj­e”, decía el texto de la resolución. Se basaba simplement­e en noticias sobre chicos que pasaban horas y horas en las por entonces incipiente­s redes sociales o matando zombies en algún videojuego. Si hubieran consultado a algún experto quizá descubrían que estos complejos dispositiv­os en realidad son computador­as de bolsillo y, prohibir una computador­a en un aula, por lo menos parece contradict­orio. Porque un celular también permite acceder a bases de datos de todo tipo (es decir a conocimien­to) y sirve para comunicars­e entre pares, y hasta puede conectar a profesores con alumnos. Si no, le podrían preguntar a los docentes, muchos de los cuales hoy ya usan la plataforma Google Classroom para dar clases en el aula. Tras un año de confinamie­nto estricto, sin un día de clases, se acostumbra­ron a subir allí tareas y pruebas para los chicos, sobre todo de Secundario. Y ahora les “exigen” a sus alumnos que lleven el celular al aula y se conecten a Classroom.

Aquella disposició­n duró más de diez años. Demasiado. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina