Alquilaron una casa en Nordelta para robar a vecinos
Ocurrió en el barrio Los Castores. Hay dos detenidos, de 61 y 43 años, uno de ellos con antecedentes.
El primer golpe fue el sábado. Se llevaron US$ 150 mil, relojes y monedas de oro de una casa cuyos dueños estaban de viaje. Para eso habían alquilado una propiedad en el barrio Los Castores por US$ 5 mil, lo que les permitía marcar casas y asaltarlas. Juan Carlos Lacco, de 61 años, el inquilino, fue detenido junto a un cómplice, Gustavo Lucas, de 43, con antecedentes por robo con una modalidad semejante en otros barrios cerrados. La Policía incautó dinero, celulares y tarjetas. La mayor parte del botín no fue recuperada.
El plan era simple, aunque arriesgado: alquilar una casa en Nordelta para marcar a las víctimas y luego entrar a robar. El primer golpe llegaría este sábado, con un suculento botín: 150.000 dólares, relojes y monedas de oro.
Pero no fueron muy lejos, porque todo terminó con dos sospechosos detenidos, entre ellos el hombre que había sido inquilino del barrio Los Castores.
Fuentes policiales identificaron a ambos como Juan Carlos Antonio Lacco (61) y Gustavo Lucas (43). El primero era quien había alquilado la propiedad tras un pago de 5.000 dólares. Y su cómplice ya tenía antecedentes por robos bajo la misma modalidad en barrios cerrados.
El asalto se produjo alrededor de las 13 del sábado último, cuando una empleada doméstica fue sorprendida por dos ladrones mientras trabajaba en la planta alta de una casa, cuyos propietarios se encontraban de viaje.
La mujer, de 34 años, relató que la maniataron y encerraron en una habitación hasta que siete horas más tarde pudo desatarse y encontró el vestidor revuelto y una caja de seguridad violentada, según declaró ante la fiscal del caso, Benavídez Laura Capra.
La empleada llamó a la guardia del complejo, que alertó al 911 sobre lo sucedido y comenzó una investigación del personal de la comisaría cuarta, del destacamento Villa La Ñata, de la Jefatura de Estación Departamental Tigre -a cargo del comisario mayor Lucas Borge- y de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Tigre.
A través de las cámaras de seguridad, los investigadores pudieron determinar que un sospechoso de haber cometido el asalto era un ex inquilino del barrio que había ingresado en un Toyota Etios junto a un cómplice a las 12.30 del sábado.
Lo que llamó la atención es que la casa a la que se dirigieron se abre con una clave de seguridad y no había ningún acceso forzado.
"La Asociación Vecinal Nordelta recabó toda la información acerca del caso, incluyendo fotos y videos de las cámaras de seguridad locales, así como registros de los accesos que permitieron identificar posibles sospechosos del hecho", comunicó la organización a los habitantes del complejo, según Télam.
Lacco, de acuerdo a lo señalado por los investigadores, había alquilado una propiedad para marcar otras casas, analizar los movimientos de sus dueños y robarles.
El hombre fue detenido el lunes a bordo del mismo vehículo usado el
El primer golpe fue con un botín suculento: 150.000 dólares, relojes y monedas de oro.
sábado por Camino Bancalari, en dirección al Centro Comercial de Nordelta.
El arresto se concretó cuando la plataforma de lectura de patentes detectó al automóvil que tenía pedido de secuestro y desde el Centro de Operaciones Tigre (COT) dieron el aviso a los móviles que estaban patrullando la zona.
Más tarde, en un allanamiento en una casa del barrio privado Lomas de Benavídez, fue apresado Lucas. Según las fuentes, ya purgó condena por robos de este tipo.
La Policía secuestró dinero en efectivo, un reloj de alta gama, seis teléfonos celulares, una notebook, tarjetas de crédito y débito, algunas alhajas y también pasaportes, aunque la mayor parte del botín no fue recuperada.
Además, le incautaron a Lucas un Peugeot 408 blanco que presuntamente había sido utilizado por él momentos previos y posteriores al último hecho.
La fiscal Laura Capra investigaba si hubo otros cómplices en el robo. Además, buscaba corroborar la versión que dio la empleada doméstica, quien no tenía signos de haber sido maniatada. ■