El bajo crecimiento y la desigualdad “atrapan” a Latinoamérica, dice la ONU
Un duro informe advierte que países de la región demorarán hasta 2025 para recuperarse de la crisis.
La recuperación de las economías de Latinoamérica empezará a darse en los mejores casos en 2022, aunque en otros países se extenderá hasta 2025 y será necesaria la participación de todos los sectores de la sociedad para poder impulsar esta reactivación.
Es la conclusión de un duro informe titulado “Atrapados: alta desigualdad y bajo crecimiento en Latinoamérica y el Caribe”, elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que fue presentado este martes en la capital mexicana.
El reporte denuncia que la región latinoamericana se mantendrá “atrapada” entre la alta desigualdad de sus habitantes y el bajo crecimiento económico hasta que sus Gobiernos implementen políticas integrales que mejoren y universalicen la protección social de la población.
La tesis del documento es que Latinoamérica y el Caribe están en una “trampa dual” persistente de alta desigualdad y baja productividad alimentada por tres factores conectados entre sí: la concentración de poder, la violencia en todas sus formas y unas políticas de protección social que no funcionan bien.
En el acto de presentación, el expresidente de México Ernesto Zedillo destacó que Latinoamérica ha sido la más rezagada en la economía global durante la pandemia. Y esto ha sido resultado de que “somos, a la vez, los más rezagados en contener” el avance del coronavirus.
Por ello, apuntó, mientras otras regiones del mundo recuperarán el producto interno bruto a finales de este año, en América Latina esto ocurrirá hasta finales de 2022 o más adelante. En México, donde el PIB cayó 8,2% en 2020, recién será en 2025 cuando se regrese a niveles del 2019. Lo mismo ocurrirá con la economía argentina que requerirá aún más tiempo, al revés de Brasil o Chile que lo lograrían antes. “Las economías más productivas requieren de la edificación de un sólido Estado de derecho: el principio de igualdad ante la ley debe aplicarse efectivamente en todas las circunstancias”, sostuvo el ex mandatario.
Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica, coincidió en que la región se encuentra en una trampa de desarrollo. Describió que “esta trampa entre la desigualdad y bajo crecimiento significa que el contrato social no funciona”. Entre los factores que producen ese desenlace, citó los problemas de gobernanza, concentración de poder, percepción y violencia, entre otros. Destacó que la región atraviesa por un momento de gran devastación pero, matizó, que esta “encrucijada” puede derivar en una oportunidad de cambio.
Rebeca Grynspan, secretaria General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad en inglés), explicó, en ese sentido, que América Latina está atrapada entre una economía que no crece y un contrato social que no se satisface. El tema del financiamiento para poder romper el círculo vicioso es una cuestión de importancia central “porque necesitamos los recursos para poder hacer las tareas que nos saquen de la trampa”, apuntó.
Y señaló que este estudio da claves para establecer el camino y saber cuál es la secuencia en la que se puede acercar más a la sociedad que se quiere y así salir de la trampa.w