Que pasó con los ingleses burlados en el gol mágico

A 35 años del gol de Diego Maradona a Inglaterra, la pregunta asoma: ¿qué fue de la vida de cada uno de los ingleses que fueron protagonistas secundarios del momento único e irrepetible de la historia del fútbol mundial?

Peter Reid. Había cumplido 30 años dos días antes del partido entre Argentina e Inglaterra en el Azteca. Pertenecía al Everton y jugaba de volante central. Hoy tiene 65 años. Ex entrenador (su última experiencia fue en 2016 en Bolton). Trabaja como panelista.

Peter Beardsley. Era delantero del Newcastle United y contaba con 25 años. Con 60 años, es entrenador desocupado. Fue suspendido por ocho meses en 2019 por usar lenguaje racista hacia sus jugadores.

Kenny Sansom. Era el lateral izquierdo que se proyectaba constantemente. Tenía 27 años y jugaba en el Arsenal. Tiene 62 años. Tuvo problemas graves con el alcohol. Le diagnosticaron el síndrome de Wernicke-Korsakoff, un tipo de demencia senil.

Terry Butcher. El marcador central nacido en Singapur tenía 27 años y jugaba en el Glasgow Rangers de Escocia. “Odio a Maradona”, confesó años después. De 62 años, fue colaborador de Giovanni van Bronckhorst en el Guangzhou R&F de China. Actualmente trabaja en las inferiores de Ipswich Town.

Terry Fenwick. Era el primer marcador central del equipo de Bobby Robson. Ahora, a los 61, dirige a la Selección de Trinidad y Tobago y también es analista de la Premier League en TV para Flow Sports, un canal caribeño.

Peter Shilton. El arquero tenía 26 años y actuaba en el Southampton. En los cuatro partidos anteriores solo había recibido un gol, en el debut ante Portugal. A los 71 años, da charlas a grupos y empresas. Una estadística: es el futbolista que más partidos jugó en la historia.

Gary Stevens. El lateral derecho tenía 23 años y jugaba en el Everton. Llegó desde el otro lado cuando ya Diego concretaba su obra. “Qué talento Maradona”, escribió en su cuenta de Twitter un día después de la muerte de Diego. Tiene 58 años. En 2002, Stevens se licenció en Fisioterapia por la Universidad de Salford y, a continuación, trabajó como fisioterapeuta en la Academia del Bolton Wanderers. Más tarde, se convirtió en entrenador del Chester City. En 2011, Stevens emigró a Perth.